¡BRAVO MAESTRO!

Si el concierto de año nuevo del 2009 debe de ser recordado, no es sólo por la originalidad de las obras escogidas, entre la que destaca un vals español - guiño del director a nuestro país, que le brindó un Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 2005, y que tiene, además de nacionalidad argentina y judía, la española - o unos cuentos de oriente (referencia a oriente medio); sino también por el carácter que imprime Daniel Barenboim cuando dirige (o interpreta también, al piano) una orquesta (ya sea la Filarmónica de Berlín, la de Viena o la que creó con músicos árabe-israelíes.

Ha sido un concierto genialmente dirigido e interpretado, que se ha caracterizado por el sentido del humor del director (cfr: 4º tiempo de la sinfonía nº 45 de F.J.Haydn) y la complicidad con el público, su público (cfr: Marcha Radetzky, de J.Strauss padre), que han dado a este concierto un aire diferente, pues nos encontramos con un director que imprime un carácter latino en sus interpretaciones, tanto con la orquesta como con el publico (frente a la sobriedad magnífica de otros directores como el francés George Petre o el austríaco Niccolaus Hannoncourt).

Así también es de destacar el mensaje para el año que comienza del director, pues aunque ha sido corto, y en inglés no muy bueno por cierto, hace reflexionar. Paz y Justicia humana, que dos palabras tan cortas y qué difícil es su consecución, pues la paz es casi imposible y la justicia a veces irrealizable.

Un saludo y felizzz año!!

JIV