sábado, 6 de febrero de 2016

PODEMOS Y LA LEY DEL MÍNIMO ESFUERZO

Podemos está creado por profesores (y alumnos peloteros) universitarios gandules especializados en sacar mucho provecho con poco esfuerzo (su origen está en la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense, Facultad que no se destaca por exigir mucho a sus alumnos). La táctica de Podemos se basa en conseguir el máximo de poder y beneficio con el mínimo trabajo posible. Hay tres argumentos que apoyan esta tesis.

1.- Se supone que Podemos es la fuerza de las clases inferiores, pero no se han preocupado de montar un sindicato propio, entrar en el movimiento sindical, o crear alguna fundación o "casa del pueblo" para echar una mano, porque eso supondría empezar desde abajo; es demasiado esfuerzo, demasiado trabajo.

2.- Podemos no le pide al PSOE los ministerios complicados difíciles, como Trabajo, Sanidad, Educación, etc, desde los que trabajar para la gente y acometer la supuesta "emergencia social". No, ellos piden vicepresidencia, defensa, interior, la TVE, aquellas palancas institucionales que con el mínimo de implicación sirven para tener el verdadero poder.

3.- En Podemos podrían haber sido "españolistas", nadie se lo hubiera impedido. Pero no, eso exigiría demasiado esfuerzo. Lo fácil ha sido contemporizar con el separatismo, asumir sus planteamientos soberanistas, entablar alianzas territoriales frágiles e inestables, pero a corto plazo rentables electoralmente. Pues lo van a pagar, porque por aquí es por donde Podemos la va a fastidiar. Todo por llevarse por la ley del mínimo esfuerzo.

Ahora uno entiende que el momento que atraviesa Podemos, en rebeldía o total anarquía sus partidos periféricos de conveniencia, está generando en la formación momentos críticos e insostenibles y a la desesperada la dirección busca un éxito, aunque sea efímero, para mantenerse antes de la desbandada.

La credibilidad de Pablo Iglesias a día de hoy, está por los suelos. No convencen a nadie (salvo a sus votantes) y nadie les quiere de compañeros de camino, aunque rompedores y ocultado sus expedientes personales, nos salgan en las teles dándonos mensajes de niños buenos vendiéndonos una burra inexistente.


La mentira tiene los pies cortos, siempre se ha dicho, y si haciendo las cosas bien, en muchas ocasiones te fallan, haciéndolas mal nunca pueden salirte bien. La dualidad de sus mensajes y la opacidad que intentan a sus acusaciones nada claras y poco ejemplares, acabaran con el sueño de unos profesores universitarios que iban a la Universidad a todo menos a enseñar al alumnado. 

Y todo por hacer las cosas según la ley del mínimo esfuerzo.

JIV

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