jueves, 3 de marzo de 2016

¿GOBIERNO DEL CAMBIO?

Todos los programas de los partidos con representación parlamentaria tienen dos cosas en común: más gasto y más impuestos, aunque traten por activa y por pasiva de decir lo contrario.
Los autónomos verán incrementadas brutalmente sus cotizaciones sociales, y no solo eso, los partidos mantienen íntegro el caos autonómico que es la administración más ineficiente de cualquier país de la OCDE. Realmente es penoso ver que la medida estrella que Ciudadanos haya impuesto al PSOE sea suprimir las diputaciones (http://www.elconfidencial.com/elecciones-generales/2016-02-24/sanchez-y-rivera-anuncian-un-pacto-de-gobierno-con-reformas-imposibles-sin-el-pp_1157584/), una tradición en nuestra historia que fundamenta su existencia en la coordinación de la actuación de los municipios, cuando lo que realmente hay que hacer es acabar con el sistema autonómico que representa un despilfarro anual de 100.000 millones de euros (pues si no lo hacemos nosotros por voluntad lo hará la UE cuando nos intervenga, algo que está bastante más próximo de lo que algunos piensan), y no ahorrar los 5.000 millones de las diputaciones, que es una auténtica minucia.
Todo esto consecuencia de una generación política (a imagen de la población por cierto) más ignorante, corrupta e ineficaz de la historia de nuestro país. 

Unos políticos que defienden la destrucción política y económica de España, que supone un modelo de Estado incontrolable, y desconocen las cifras y los hechos más básicos. Socialistas y Ciudadanos dicen que si Bruselas les obliga a recortar gasto en 8.000 millones (para mí que el recorte será superior, pues hay que añadir el desfase de 10.000 millones que el estadista de Mariano Rajoy le ha dejado en herencia al siguiente gobierno), tendrán que subir los impuestos a los ricos. ¿Realmente alguien se traga esta mentira? Parece que sí. ¿Es que de un presupuesto de gasto plagado de duplicidades, entes y sociedades inútiles y con miles y miles de enchufados no hay un solo sitio donde recortar esos millones?

El problema es que encima mienten. Presumen de crecimiento económico cuando realmente es lo contrario. Diré unas cifras. El mentiroso compulsivo de De Guindos (sí, sí, ya ni siquiera sus "socios" europeos se creen lo que les dice, es más en la última reunión se llevó un auténtico rapapolvo), da una cifra de un crecimiento del 3,2 % en 2015, pero este es falso. El desplome del crecimiento del empleo en la EPA en el cuarto trimestre y otros indicadores muestran que el crecimiento del PIB se ha desacelerado al 1,2/1,6% en tasa anual. El consumo de energía eléctrica corregido de estacionalidad y temperatura ha caído un -3,2% en enero. El consumo aparente de cemento, un -1,1% en enero. El indicador de confianza industrial, un -2,7% en febrero. El indicador de confianza del consumidor, un -1,4% en febrero.

Es vergonzoso como el Eurostat, no comprueba la veracidad de las cifras que le son enviadas por los estados miembros y se comporta como un oficina de correos. El Eurostat ya dio por buenas las cifras que enviaba el gobierno griego, y luego pasó lo que pasó. Si hubiera cumplido su obligación como departamento estadístico y científico, el tema griego se hubiera cortado desde el principio y el desastre no hubiera sido tan serio (y tan penoso para el propio pueblo griego).
El caso de España es igual, pero unas cuantas veces más grave (de hecho tenemos unas cuatro Grecias metidas dentro). Y lo peor es que o no se enteran o no se quieren dar por enterados. Las cifras del Banco de España no tienen registro contable alguno, mientras que las del INE están cuadradas a martillazos. Desde 2008 la contabilidad nacional en España ha sido manipulada, en donde y a consecuencia de ello, la cifra del PIB está sobrevalorada e inflada (algunos la cifran en una sobrevaloración de un 20%).
Economistas como Juan Carlos Barba, Juan Laborda, Juan Ramón Rallo, Luis Riestra Delgado o Jesús Sánchez Quiñones (economistas realmente independientes y por ello, vetados en las tertulias de la televisión pública) explican que en 2008 se rompió la correlación entre actividad y PIB, siendo la brecha cada vez mayor y que la contabilidad nacional no se corresponde con la realidad. Añadiendo que mientras la demanda interna ha caído un 16,7% entre 2009 y 2014, el PIB apenas lo ha hecho en un 7,7%.

DATOS.

Primero, tenemos la presión fiscal. En 2007 era de un 38% sobre el PIB, pero en 2015 tras la mayor subida de impuestos de la historia contemporánea, resulta que ha caído a un 34%. Tal fraude se comprende si entendemos que el PIB está inflado y con algunas partidas de dudosa moralidad (como la contabilización de actividades delictivas, tales como narcotráfico, economía sumergida o trata de blancas).

Los datos de indicadores de actividad que en suma deberían coincidir con el PIB (pues son las partes en que éste se divide). Cosa que no ocurre desde 2008. Estudios independientes sobre sectores como la construcción, la industria o los servicios de mercado hacen que el PIB real sea un 20% inferior al oficial. En otras palabras, el PIB que da el gobierno está inflado.

La correlación existente con el desempleo no coincide con el PIB. En otros países, incrementos del paro similares han hecho caer al PIB (pues como es conocido la relación entre el paro y el PIB es negativa en sentido contrario: cuando uno sube el otro baja) frente al cero de España. El PIB de 2015 es igual al de 2007 algo que es imposible.

Y la cuarta sería la relación entre PIB y consumo de gasóleo o de electricidad. Con una correlación estrecha, ambos confirman la diferencia del 20%.

Y lo que es peor otros parámetros como las ventas minoristas y mayoristas, no coinciden con la cifra del PIB.


¿Cómo es posible que Eurostat pase por alto hechos indiscutibles y no realice una auditoría?

Las consecuencias de este engaño son enormes. Al ser el PIB real inferior al oficial muchas cifras comparativas están sobrevaloradas. La presión fiscal es del 43% del PIB, nueve puntos más alta que la oficial; el gasto público, un 53% del PIB (el más alto de la UE); la deuda computable, del 125% (26 puntos más), y la deuda total, del 178%, algo imposible de devolver.

La realidad es que España está quebrada y necesita un rescate. Cuando los mercados sean conscientes del engaño, como ocurrió con Grecia, nos llevaremos por delante al euro (y quien sabe si también a la propia Unión Europea) porque la economía española es seis veces mayor que la griega. El problema es que un rescate de esa dimensión es casi imposible, razón por la que Merkel convenció a Rajoy en 2012 de no pedirlo, ofreciéndole a cambio dinero sin límite del BCE, y este insensato nos endeudaría en 500.000 millones.

GASTO SIN CONTROL

El gasto total descentralizado, excluyendo la Seguridad Social, es decir, el gasto correspondiente a Comunidades Autónomas y Entidades locales es del 69% del gasto total: según cifras del propio gobierno, de unos 230.000 millones de euros. Ni siquiera en un estado federal la cifra de gasto es tan alta (a lo sumo llega a un 40% del gasto total). Esto es una fragmentación autodestructiva del propio Estado, en donde cada Comunidad Autónoma actúa como un estado independiente, pero con descontrol total (a pesar de la promesa de Montoro de intervenir las comunidades que no cumplieran con el déficit). Y de aquí vienen todos los desmanes, despilfarros, disfuncionalidades administrativas y de corrupción que están destruyendo nuestro país, con un coste (el autonómico) cifrado en unos 164.000 millones, un coste inasumible y encima con unos servicios públicos manifiestamente mejorables. 17 estados en manos de irresponsables, incompetentes y corruptos, sin obligación de dar cuenta a nadie de sus actos.

Pero claro, la culpa es de Madrid. Realmente cierto. Porque es el Estado el que ha dejado totalmente sus funciones. Creando un fondo de liquidez para entregar dinero sin intereses y sin control alguno. De los 185.000 del FLA, un 40% se lo han quedad los independentistas catalanes. ¡Gracias Rajoy! Todo para financiar el despilfarro y la corrupción, y donde se exacerba todo lo que nos desune. Y más de 100.000 leyes y reglamentos, en que trabajan 300.000 personas para inventar, implantar y controlar la desunión. La comunidades autónomas y entidades locales tienen hoy el 81% del personal, y para seleccionarlo se ha desechado el sistema de oposiciones, sustituido por 'contratación directa'. 

La cosa pinta fea.


JIV

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