
Pues bien, me temo que el trabajo no se considera un derecho fundamental, ya que cuando entra en colisión con el derecho de huelga, este último prevalece (lo que a mí me parece un completo despropósito).
Así tampoco creo que su papel actual sea el de la defensa de los derechos de los trabajadores. Tal y como están las cosas en este país de fábula, los sindicados son el lameculos del gobierno de Z (y perdón por la palabrota). Ja! Ya me gustaría verlos con un gobierno del PP (creo que dos huelgas generales). Hasta Felipe González tuvo sus encontronazos con los sindicatos en varias huelgas generales.
Y mientras unos están de fiesta.... hay más de tres millones de tragedias, y subiendo. Claro, que estos no son sindicalistas. Si lo fueran, no estarían en la calle.
JIV
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