miércoles, 2 de diciembre de 2009

ISLAMIZACIÓN (I)

Vaya por delante la consideración, desde el respeto, que tengo por la cultura musulmana, y el aporte que en épocas pasadas han hecho a la civilización occidental. Lo digo porque no vaya a ser que alguien confunda este post con un manifiesto xenófobo. Trataré de explicarlo.

Hace unos días, en Suiza, se aprobó la medida de prohibir la construcción de minaretes en Suiza. El referéndum no proponía ni limitar la construcción de nuevas mezquitas ni derribar los minaretes que pueda haber hoy en día. Contados los sufragios el referéndum ha sido aprobado por el 57,7 de los votantes y por 23 de los 26 cantones.

Bien, la prensa socialdemócrata (y porqué no, la conservadora también) ha puesto el grito en el cielo. ¿Porqué? Pues porque sencillamente la prensa y los periodistas confunden a veces la tradición, cultura y raíces cristianas con xenofobia o islamofobia.

Pero yo creo que tal confusión no puede tolerarse. Veamos, en Suiza la población musulmana alcanza apenas el 4%. ¿Es democrático que una minoría imponga su cultura y tradición a una mayoría? No, eso es tiranía. De lo que se trata, es de que una comunidad que no ha llegado con voluntad de integrarse (es que ni lo intenta), imponga por dejación del resto, sus costumbres y sus símbolos a otra comunidad.

Y este problema viene de lejos. Pues la dejadez de los políticos en las políticas de inmigración es clamorosa. Vamos, que no se quiere ser “políticamente incorrecto”. No solo no se ha hecho nada, es que ni siquiera se ha puesto un mínimo esfuerzo para integrar a estas comunidades. Claro que también estas comunidades tampoco han puesto el esfuerzo suficiente. Pero es que el primer deber lo tienen los políticos, luego la sociedad. Y claro, ahora que el número de musulmanes aumenta multiplicado por ocho (el número medio de hijos por mujer de una familia musulmana es de 8, mientras que el de una europea, apenas llega a 1). Los números hablan por sí solos.

En España, por ejemplo, ya hay también propuestas curiosas. Supresión de la fiesta de moros y cristianos, supresión de los villancicos, creación de días festivos conmemorativos de fiestas musulmanas. Todo para “agradar” a la comunidad musulmana. ¿Cómo que agradar? Si encima apenas alcanzan un 2% en la población española. ¿Es que acaso este 2% puede imponerse a una mayoría? ¿Eso es democracia? No, es tiranía. Nadie impone la celebración de la Navidad o de la Semana Santa, cada cual lo celebra como quiere. Pero es que renunciar a nuestra cultura y tradiciones por una minoría no me parece una buena herencia que dejamos a nuestros descendientes.

Todavía hay tiempo y podemos hacer políticas efectivas para la integración de las comunidades inmigrantes. Ojo, integración no significa renuncia a las tradiciones y culturas del país de acogida. Al contrario, si las costumbres musulmanas, gitanas, u otras entran en contradicción con el ordenamiento jurídico del país de acogida (maltrato a la mujer, por ejemplo) no deben de tolerarse. Más al contrario, se les debe explicar a los musulmanes que hay que respetar las costumbres y el ordenamiento jurídico del país de acogida, al igual que los que ya estamos aquí lo respetamos (la Ley es para todos). Y si para eso tienen que dejar de practicar algunas de sus tradiciones, me temo que deben de dejarlas o por lo menos, flexibilizarlas. Porque lo siento, yo no voy a renunciar a mi fe, a mi tradición y a mi cultura (más cuando ellos no lo hacen).

Y vuelvo a recalcar. Esto no es un post racista. No tengo nada contra los musulmanes. Pero sí en contra de su religión: Que predica el maltrato a la mujer, la guerra santa, la teocracia (en pleno siglo XXI), el Corán como fuente del Derecho, el asesinato de homosexuales pero a la vez la tolerancia de la sodomía entre hombres, la lapidación de mujeres adúlteras (que no de hombres adúlteros), los matrimonios entre auténticos chavales o críos, la imposición de su religión como oficial (confesionalidad islámica). ¿Acaso no fue Jesucristo quien defendió a la mujer adúltera con la frase quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra? ¿Y no fue él quien dijo la frase de Al César lo que es del César?

No si esta claro. Criticar a los cristianos es gratis y además progre y maravilloso (ver las novelas de Dan Brown y otras). Pero criticar al Islam, es racismo y xenofobia.

Mientras se habla por un lado de laicismo, por otro, de “multiculturalidad”. Qué despropósito. Desde luego, me estoy cansando de estos partidos (PP-PSOE y otros) que no hacen nada de nada para tratar de estos temas, que son importantísimos a largo plazo (como la educación por ejemplo). Y estoy harto que se me insulte por expresar mis opiniones. La próxima vez haré como los musulmanes tolerantes cuando la liaron parda cuando salieron los famosos cómics de Mahoma.

Para concluir unas preguntas de agudeza intelectual:

Ø ¿Cuántos homosexuales hay en los países musulmanes? Tranquilo, yo le respondo: Un porcentaje muy, pero que muy inferior al de los países occidentales.
Ø ¿Se permite la unión entre homosexuales en los países musulmanes? No, no la pienso responder. Pero le doy una pista. Lo dice el Corán.
Ø ¿Cuántos países musulmanes son aconfesionales, o laicos? Esta se la dejo a usted, querido lector. Venga, no me dirá que es difícil. Lo dice el Corán.
Ø ¿Es el laicismo tolerado en los países musulmanes? Joder, más fácil no se lo puede uno dejar. Lo dice el Corán: Jihad.
Ø ¿Es el laicismo perseguido en los países musulmanes? Jihad.
Ø ¿Es la religión cristiana tolerada en esos países? Hace algún tiempo detuvieron en Marruecos a un sacerdote por predicar el evangelio. El señor Gaddafi predicó el Islam en Italia, y no le pasó nada. Las comparaciones son odiosas pero ahí están.
Ø ¿En qué siglo viven los musulmanes? Mientras en el resto del mundo vivimos en el siglo XXI, parece que los musulmanes están como en una burbuja.

JIV

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