Una de las cosas más curiosas de las elecciones es que todos
están contentísimos; y además, sacan conclusiones donde no las hay. Vamos por
partes.
Empezando en Galicia, el Partido Popular dice que es una
victoria épica y que convalida las políticas de Rajoy. Falso. Pues el resultado
del PP en las vascongadas dice lo contrario. El PP tuvo 789.427 votos en 2009,
ahora ha tenido 653.934 votos: es decir, ha perdido casi 150.000 votos. Pero ha
ganado escaños por una sencilla razón: La abstención (así funciona nuestro
justo y democrático sistema electoral). Luego en todo caso no es una
convalidación de las políticas de Rajoy sino en una falta de alternativa clara
y sostenible para poder elegir.
Por otro lado los socialistos del PSOE no parecen dispuestos
a hacer autocrítica cuando han perdido casi la mitad de su apoyo. Todo lo
contrario, echan los balones fuera. Pues que se preparen en Cataluña.
Si seguimos con el País Vasco el panorama es el mismo. Todos
contentos. El Partido Nazionalista Vasco esta contentísimo porque ha ganado las
elecciones, pero no tiene mayoría para gobernar. En los siguientes datos vemos
que el voto nacionalista ha sido muy parecido, con ligeros trasvases entre los
partidos proetarras y los del PNV:
Ø
1986 EA: 13 HB: 13. Total: 26. El PNV obtuvo: 17
Ø
1990 EA: 11 HB: 11. Total: 22. PNV 22
Ø
1994 EA: 11 HB: 11. Total: 22 PNV 22
Ø
1998 EA: 6 EH: 14 Total: 20 PNV 21
Ø
Ayer Euskal Herria Bildu: 21 PNV 27
Si Bildu no hubiera sido legalizada, como pretendían el PSE
y el PNV, tal vez el batacazo del PSE no se hubiera producido y el PNV hubiera
tenido mayoría absoluta. Lo que antes era alegría ahora será llanto y lamento.
La negra mano del PSOE se demuestra nefasta: Bildu no debió de ser legalizado,
creo que hay sentencias del Supremo y del Tribunal Europeo que hubieran avalado
tal decisión. En vez de prevenir, ahora vienen los lamentos y encima nos
extrañamos: ETA jamás desaparecerá, pues ha conseguido uno de sus objetivos,
llegar al poder (tiene incluso importantes municipios bajo su control).
Por otro lado, la caída del PP debe encuadrarse, como en la
del PSOE en la quiebra del apoyo popular a estos dos partidos: por lo que ni
son avales de la política de Rajoy, ni son problemas coyunturales del PSOE que
el tiempo solucionará.
Nos encontramos en un punto de inflexión, el sistema
electoral no es democrático y convendría cambiarlo cuanto antes; así también el
bipartidismo del PP-PSOE ha demostrado ser nefasto para nuestro país; pues
ambos partidos les preocupa más su partido que el Estado: son partidos que carecen
de conciencia de Estado. Y eso tras 30 años de democracia se nota.
Hasta que no cambien los esquemas y las formas de actuar de
estos dos partidos de esta crisis no vamos a salir.
Y así nos irá,
JIV
P.D.- Próximamente una telenovela catalana.
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