lunes, 22 de noviembre de 2010

EXCUSAS, EXCUSAS Y MÁS EXCUSAS

Para amenizar el comienzo de otra semana más del año, voy a sugerir a mis queridos lectores unas justificaciones o excusas para no ir al trabajo. Desde luego algunas son muy ocurrentes.

1. ¡Jefe, un pollo ha atacado a mi madre! Joder, menudo pollo. ¿Seguro que era un pollo?

2. Estaba jugando a los bolos y mis dedos se quedaron atrapados dentro de la bola.

3. Me hice un transplante de cabello pero las cosas no salieron como yo me esperaba. El pelo de gato es lo que tiene.

4. Estaba tan cansado que me dormí encima de la mesa, me dí un golpe en la cabeza y me hice daño en el cuello. Normal. Si te duermes busca una almohada.

5. En mi casa irrumpieron vacas y tuve que llamar al agente de seguridad. Serán las vacas de sus vecinas.

6. No podré llegar hoy porque mi pierna está dentro del cubo de basura. En qué lugares se mete la gente.

7. Hoy no me siento demasiado inteligente para trabajar. Algunos no saben lo que es ser inteligente y lo peor es que van a trabajar (de hecho algunos son expertos en arruinar países).

8. Tengo que cortar el césped para evitar una demanda de la Asociación de Propietarios de Hogar. Es lo que tiene no cortar el césped, que crece, crece y crece (como las habichuelas).

9. Me he quemado la boca en una tarta de calabaza. Hombre, ya puestos, que hubiera sido con un asado, o con la barbacoa.

10. Estaba en un barco en el lago Titicaca, me quedé sin combustible y la Guardia Costera tuvo que arrastrame hacia el lado canadiense. Dime una cosa, ¿Qué sacaste en Geografía?

JIV

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