
Los niños esperan con ilusión su gran día, mañana. Y los no tan niños también lo viven con ilusión (pues recuerdan sus días de infancia).
Pero esto no es óbice para recordar las raíces cristianas de la festividad que mañana se celebra. Que, de vez en cuando, conviene conocer el origen de nuestras tradiciones.
Pues, en efecto, mañana se celebra la Epifanía, que es una de las fiestas litúrgicas más antiguas, más aún que la misma Navidad. En Egipto y Arabia se celebraba el solsticio de invierno desde el año 361. Tenemos que seguir avanzando en la historia, hasta que en el siglo XV (el quatroccento), en pleno renacimiento en Florencia, existía una hermandad denominada la "Compagnia dei Magi"; una de las congregaciones más importantes de la ciudad. Esta hermandad imitaba cada cinco años el viaje de los Reyes Magos por las calles de Florencia, encuadrándose entre los episodios más suntuosos de la ciudad toscana.
El dar regalos a los niños es una tradición típica sobre todo de los países latinos (Italia, sur de Francia y sobre todo España). Estos regalos simbolizan los presentes que los Magos llevaron al Niño Jesús, según cuenta el evangelio de San Mateo (2, 1-12). Este evangelio menciona que unos Magos siguieron una brillante estrella para adorar y llevar regalos al Niño Jesús. Según la tradición, Melchor, Gaspar y Baltasar, que hasta el siglo XI no era negro (y según ciertas creencias representan a Europa, Asia, y África respectivamente) llegaron en un caballo, en un camello y un elefante (o en tres camellos según las interpretaciones o tradiciones) trayendo consigo oro, incienso y mirra.
Estas cosas a veces se olvidan. Y conviene, de vez en cuando, recordar las influencias cristianas de las que somos herederos. Pues si se olvidan, desaparecerán.
Felices Reyes
JIV
P.D.- En el siguiente link hay una historia que, si tienen tiempo, ruego una lectura, pues el texto en sí no es muy largo y merece la pena.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/cronicasdesdeeuropa/2011/01/05/los-tres-mil-reyes-magos-de-colonia.html
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