PRIMERA LECCIÓN.
Si en algo hay que alabar al presidente de gobierno saliente (para siempre jamás espero) es su habilidad en asumir responsabilidades, es decir ninguna.
Quiero decir con esto que este desastroso gobierno que termina (peor no lo ha podido hacer) se destacará por su forma de asumir responsabilidades. A través de lagrimeo y sentimentalismo barato (cual madre despechada, como dice santiago González), como si esta crisis no se hubiera visto venir. Y un rábano. En 2005 había evidencias de un claro deterioro en la economía, pero el gobierno corrió a ocultarlo (¿Se acuerdan de Mª Antonia Trujillo hablando del ladrillo?). ¿Y cuando en 2007/2008 estalló la crisis? Pues este señor se negó a reconocer su existencia (¿Se acuerdan lo que tardó en decir, a pesar de que el desempleo ya superaba los 3 millones, la palabra crisis?). Y claro, ganó unas elecciones (2008) sin proponer medidas contra la crisis manifiesta. Sólo después de dos llamadas, una de ellas de la mayor tiranía del planeta (China), puso en marcha su plan inexistente para luchar contra la crisis y sus efectos. El resultado, las peores cifras de paro de toda la OCDE, hasta los países de Europa del Este nos ganan. Por no decir del resto de problemas: reordenación del sistema financiero, crisis institucional, son dos claros ejemplos de la mala situación en la que este señor nos deja.
El exhibicionismo sentimental de unos gobernantes más propensos a explicar a su público cuánto sufren por él que a asumir sus responsabilidades, no tiene parangón en este país, gracias al “Partido Socialista Obrero Español” (Entrecomillado porque dudo de la veracidad de cada una de las palabras que forman esta cosa). Ya se vio con los famosos “sujetos de la ceja”, cuando en 2008 apoyaron una mentira y engañaron a la mayoría de los españoles (aunque a mí no me engañaron).
SEGUNDA LECCIÓN.
Después de todo lo dicho de la crisis, ¿Quién es el responsable de la situación que atraviesa el país? El “PSOE” nos da una gran lección, la culpa es del PP. ¿También del desempleo y otros problemas? También, porque no arriman el hombro.
Nunca hubo espacio para la asunción de responsabilidades, sólo para la exhibición de sus sentimientos. Ésa es la gran lección y herencia que nos deja el “PSOE”.
La culpa se trasladaba hacia fuera, por el origen de la crisis y también hacia la oposición. ¿Por no ayudarles? No. Por no comerse el marrón con ellos. Esto se demuestra en que Zapatero se negó a admitir una sola de las propuestas de Rajoy, recuerden las descalificaciones que se le dedicaron cuando propuso la constitucionalización del tope del déficit para proponerla ellos 14 meses más tarde, por imposición de Alemania.
El PP tenía una agenda oculta, ¿Se acuerdan? para recortar derechos sociales y del Estado de Bienestar. Tuvo que llegar mayo del año pasado para que Zapatero congelara las pensiones y rebajara un 5% los salarios de los funcionarios, en violación del Pacto de Toledo.
TERCERA LECCIÓN.
Aunque esta puede ser compartida por el PP, creo conveniente imponerla como algo del “PSOE”.
Se trata del señor del “conceto”, es decir, José Blanco (Pepiño para los amigos), que pasa demasiado tiempo en gasolineras con amigos poco recomendables.
El caso que viene a cuento es el del supuesto cohecho impropio del que puede ser acusado Blanco. Los otros cargos políticos afectados han dimitido y entregado sus actas de diputados de la junta gallega. ¿Por qué Pepiño no ha hecho lo mismo?
Él dice que tiene la conciencia tranquila. Allá él con sus horas de sueño.
Este señor habla de responsabilidad política como si nada. En su momento echó pestes sobre Camps y criticaba, cuando era portavoz de su partido y como ministro de fomento, al PP por mantener la inocencia del susodicho señor. Pero, ¡que me aspen si no critica a su partido por defenderle por acusaciones similares!
Esa es la última gran lección de responsabilidad que nos ha dejado esta penosa legislatura del “PSOE”. Critica a tu oponente por nimiedades, pero defiende a los tuyos de acusaciones más graves.
Y así nos va.
JIV
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