viernes, 14 de diciembre de 2012

REFORMA EDUCATIVA (III)


Como parte de otras entregas; voy a tratar de desmenuzar el meollo de la reforma educativa, que como siempre es la gran asignatura pendiente. No me meteré por tanto, con la actitud de los nacionalismos al respecto (eso merece otra entrega) acerca de la inmersión lingüística.
Estos son los puntos principales de la reforma. 

Ø      El Gobierno tendrá más control. Más control del Gobierno sobre las comunidades autónomas. El Ministerio de Educación aumenta su capacidad de fijar los contenidos educativos. Será de un 65% en autonomías con lengua cooficial y del 75% en el resto. Hasta ahora era de un 55% y un 65% respectivamente, es decir, ha subido un 10%. "Se trata de reducir una dispersión de los contenidos educativos que ya era inmanejable", aseguró Wert.
No sólo se trata a mi juicio de poner más control al desaguisado que tenemos (17 sistemas educativos nada menos); es que es un deber del Estado fijar unos mínimos (que no sean tan mínimos). 

Ø      Reválidas al final de cada etapa. Se impondrán cuatro pruebas de evaluación a nivel nacional a final de cada etapa educativa en Primaria, ESO y Bachillerato. Los exámenes de ESO y Bachillerato serán necesarios para obtener el título y, en concreto, el segundo sustituirá a la actual Selectividad. También habrá un cuarto examen en 3º de Primaria para detectar problemas precoces. 
     Por fin algo sensato, después del despropósito de la reforma de la selectividad que hizo Zapatero (en donde aprueban el 99,99% de los estudiantes, algo inaudito).  

Ø      Ayudas a centros que separan por sexo. Pese a las sentencias del Tribunal Supremo, el anteproyecto abre la puerta a las comunidades autónomas para otorgar conciertos a los colegios que separan a los niños por sexo.
Punto muy polémico a mi juicio. Los centros concertados no deberían recibir ayudas por el mero hecho de separar o por ser mixtos, sino por otros requisitos (calidad, instalaciones, etc…). 

Ø      Materias reforzadas. Ganan peso las materias instrumentales, como la lengua, las matemáticas o las ciencias, respecto a otras optativas.
Algo que la LOGSE y la ley del PSOE desprestigió a favor de otras no tan importantes (tecnología, educación física, educación para la ciudadanía,…). 

Ø      Educación para la Ciudadanía. Educación para la Ciudadanía en Primaria será sustituida por Educación Cívica y Constitucional. Ya no se impartirá en Primaria y en Secundaria, como hasta ahora, sino que únicamente en 2º de la ESO.
Mismo perro, con distinto collar. Al menos la han relegado a un año solo. Esto es el peor error del gobierno en materia educativa. La debían haber suprimido (es que nunca debió de existir). 

Ø      Los 15 años, primera decisión. Hasta ahora, los alumnos empezaban a elegir su futuro a partir de los 16 años, pero la ley convierte 4º de la ESO (15 años) en un "curso de iniciación" bien al bachillerato, bien a la formación profesional.
Algo sensato pero que debe de ser analizado con más detenimiento. Importante porque a los alumnos se les exige cierta madurez (que antes existía) y habrá que ver los contenidos de este curso (me temo que será lo de siempre, mismo perro, distinto collar). 

Ø      Bachillerato. Se reduce a cinco vías (Ciencias e Ingeniería, Ciencias de la Salud, Humanidades, Artes y Ciencias Sociales), y también tendrá una evaluación final nacional (sustituye a la selectividad), con un valor del 40%, mientras que la nota media de la etapa tendrá un peso del 60%.
Espero que al menos la prueba final sea más seria que la de selectividad. En caso contrario, mismo perro, distinto collar. 

Ø      Autonomía de los centros. Los centros educativos tendrán autonomía para diseñar e implantar métodos pedagógicos propios y los directores necesitarán acreditar la superación de un curso de formación específico.
Ya era hora. Si las universidades lo tenían, ¿Por qué no los centros? Libertad de enseñanza.

Ø      Formación Profesional. Los ciclos de Formación Profesional Básica sustituyen a los actuales Programas de Cualificación Profesional Inicial para los alumnos con dificultades a partir de los 15 años. Serán de dos años completos y considerados como educación básica, obligatoria y gratuita. La media tendrá materias instrumentales o básicas adaptadas al sector profesional correspondiente y se facilita el paso a la superior a través de optativas.
Ya era hora de que el gobierno se preocupara de la Formación profesional, tan desprestigiada por los socialistas. No todo el mundo tiene que ir a la universidad porque sí; así pasa lo que pasa, el mercado laboral de licenciados se satura y al final, jóvenes con una carrera universitaria de 4-5 años acaban trabajando de pizzeros o repartidores u otros oficios en los que la formación universitaria no es exigida. 

La reforma no va por mal camino. Sin embargo, repite algunos errores que las anteriores reformas. Por lo menos recemos para que sea la última reforma integral del sistema.
 
Y así nos va.
 
JIV

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