La educación no es sólo transmitir conocimientos, sino además, formar a los adultos de mañana. Por eso es tan importante. Pues estos ciudadanos en potencia (como ya indicaba Aristóteles) son los que van a tener que sostener a la sociedad y al Estado del mañana. Sólo por eso, es necesario responder a esta pregunta y analizar los problemas de los jóvenes de hoy, sobre todo desde el punto de vista de la autoridad-respeto a los padres y sobre todo al profesor, que es quien educa y forma a los adultos de mañana.
En los momentos de crecimiento y de maduración, la presencia de figuras de autoridad no solo no es negativa, sino que es necesaria y por lo tanto insustituible. Lamentablemente, el estilo de vida actual complica que los padres puedan compartir todo el tiempo deseable con sus hijos. Esto ha hecho que se tienda a relajar los límites y no poder decir que «No» a sus hijos. Para, seguramente, compensar a los hijos por esa falta de atención y asistencia en el hogar (craso error, la falta de autoridad junto con estas otras faltas son la base del problema paterno-filial actual).Una de las figuras clásicas que han merecido el respeto de los menores ha sido, siempre y hasta ahora, el profesor, al cual se ha ido desvistiendo de la necesaria autoridad para poder, no solo trasmitir conocimientos, sino formar a los niños de hoy, que serán los adultos de mañana. Parece a primera vista que reforzar por ley el papel del docente es una medida drástica, pero debemos recordar que hace poco se ha tenido que poner en marcha una medida similar para defender a los profesionales sanitarios de las iras de sus pacientes, que son los padres de los niños a los que ahora queremos educar.
Y es que todo esto ha generado estados de ansiedad, problemas de insomnio, a los proveedores. Así se describe el cuadro de la desesperación, según la coordinadora del teléfono del defensor del profesor de ANPE, Inmaculada Suárez. Amenazas y agresiones, de alumnos y progenitores, forman parte de la rutina diaria de demasiados docentes. Es preciso señalar que de todo hay en los colegios, no sólo escolares rebeldes y agresivos, sino también padres beligerantes.
Y todo por problemas de indisciplina graves, que demuestran una falta de todo. Presiones por las notas, aunque en este caso hay que también incluir a los profesores también, pues éstos como seres humanos, también se equivocan.
Falta de apoyo. Éste es en mi opinión la base de todo este problema de la autoridad del profesor. ¿Cómo tener autoridad si los padres la ningunean?
Y por último, burlas y agresiones. Ya no solo en el colegio, sino también fuera de él e incluso en Internet.
JIV
En los momentos de crecimiento y de maduración, la presencia de figuras de autoridad no solo no es negativa, sino que es necesaria y por lo tanto insustituible. Lamentablemente, el estilo de vida actual complica que los padres puedan compartir todo el tiempo deseable con sus hijos. Esto ha hecho que se tienda a relajar los límites y no poder decir que «No» a sus hijos. Para, seguramente, compensar a los hijos por esa falta de atención y asistencia en el hogar (craso error, la falta de autoridad junto con estas otras faltas son la base del problema paterno-filial actual).Una de las figuras clásicas que han merecido el respeto de los menores ha sido, siempre y hasta ahora, el profesor, al cual se ha ido desvistiendo de la necesaria autoridad para poder, no solo trasmitir conocimientos, sino formar a los niños de hoy, que serán los adultos de mañana. Parece a primera vista que reforzar por ley el papel del docente es una medida drástica, pero debemos recordar que hace poco se ha tenido que poner en marcha una medida similar para defender a los profesionales sanitarios de las iras de sus pacientes, que son los padres de los niños a los que ahora queremos educar.
Y es que todo esto ha generado estados de ansiedad, problemas de insomnio, a los proveedores. Así se describe el cuadro de la desesperación, según la coordinadora del teléfono del defensor del profesor de ANPE, Inmaculada Suárez. Amenazas y agresiones, de alumnos y progenitores, forman parte de la rutina diaria de demasiados docentes. Es preciso señalar que de todo hay en los colegios, no sólo escolares rebeldes y agresivos, sino también padres beligerantes.
Y todo por problemas de indisciplina graves, que demuestran una falta de todo. Presiones por las notas, aunque en este caso hay que también incluir a los profesores también, pues éstos como seres humanos, también se equivocan.
Falta de apoyo. Éste es en mi opinión la base de todo este problema de la autoridad del profesor. ¿Cómo tener autoridad si los padres la ningunean?
Y por último, burlas y agresiones. Ya no solo en el colegio, sino también fuera de él e incluso en Internet.
JIV
No hay comentarios:
Publicar un comentario