jueves, 14 de enero de 2010

CURIOSA PARADOJA

Hace unos días, en la prensa y otros medios de comunicación se hablaba acerca de la primera operación de cambio de sexo realizada a un menor de edad. ¡Un logro de la ciencia señores! ¡Ahora nos cambiaremos de sexo como quien se compra unos caramelos o un periódico! ¿Qué es el sexo? ¿Un estadio psicológico, hormonal o natural? Parece ser que son los dos primeros. Lo que parte de una idea errónea. El sexo es algo natural y consustancial a los seres vivos. No se trata de un hecho psicológico, subjetivo, al capricho (o patología) de un sujeto. Tampoco se trata de un hecho hormonal, por el cual a través de tratamientos hormonales (o incluso por abuso de estas hormonas en competiciones deportivas) se llegue al resultado deseado.

Sin embargo, no estoy aquí para discutir o debatir sobre el cambio de sexo y sobre si la seguridad social debe financiarlo. Sino para destacar una paradoja asociada a estos temas relacionados con los menores de edad que últimamente se han dado.

Las chicas tienen edad para ponerse tetas (lo que oyen) sin permiso de los padres. También para abortar, pues si tienen edad para casarse o tener hijos tienen edad para abortar. Ambas son producciones intelectuales de “Bibi”. Sin embargo, se alcanzan niveles de Perogrullo, pues es evidente que si no se alcanza la edad de procrear no se puede abortar.

Y la paradoja es esta: todos vimos las fotos de la mujer a quien se le practicó una operación de cambio (esto sí que es un cambio) de cara en Francia. Pero no hemos visto, ni veremos, fotos de la protagonista de esta historia, pues aunque tiene suficiente edad y madurez para cambiar de sexo, pero no puede salir en las fotos porque es menor de edad. Tampoco tiene la edad y madurez suficientes para votar (mientras que un anciano con demencia senil sí).

JIV

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jovenes como tu hacen falta en esta Sociedad, muy pero que muy bien escrito