17) ¿Los mercados crean
monopolios? ¿Qué debería hacerse al respecto?
Si la historia del capitalismo
nos enseña algo es que tiende a la concentración empresarial. Con cada vez
menos empresas estableciendo los términos, el resultado son unos precios cada vez
mayores combinados con unos salarios cada vez más bajos. Los sindicatos y las
leyes antimonopolio han tenido éxito en alguna medida en evitar esto, pero
ninguna de estas instituciones va lo suficientemente lejos para contrarrestar
la tendencia hacia el monopolio dentro de los parámetros del mercado. Debemos
también poner en tela de juicio la idea de que la competencia por sí misma
debería ser un objetivo político. Las más de las veces, es socialmente
derrochadora y un eslogan repetido por los monopolistas para justificar su
comportamiento explotador. El ideal debería ser la cooperación entre todos y
una economía verdaderamente democrática. (Socialista)
El mercado tiende a generar
monopolios de diversos tamaños y tipos. A las empresas no debería permitírseles
ejercer el poder del monopolio en la fijación de precios. Ello puede ser
detectado mediante varias fórmulas comparando los costes con el precio final de
acuerdo a un modelo de competencia perfecta. Puede que los monopolios
geográficos ya no sean tan importantes como lo fueron antaño debido a los
avances en tecnología de transportes. Hoy nos enfrentamos a una variedad de
monopolios tecnológicos, tal como muestra el ejemplo de Microsoft. Aún así, es
necesario que los reguladores estén al tanto de las empresas que hacen uso del
poder de mercado enriqueciéndose a expensas del consumidor. La competencia
requiere intervenciones rigurosas. (Escuelas keynesiana / neoclásica /
historicista)
Los economistas de la Escuela
Clásica llevaban razón al definir un monopolio como un privilegio otorgado por
el gobierno, puesto que conseguir derechos legales para ser el productor
preferido es la única forma de mantener un monopolio en el mercado. La fijación
de precios predatorios no puede mantenerse a largo plazo y ni siquiera el
intento debería ser lamentado puesto que es muy beneficioso para los
consumidores. Los intentos de formar carteles suelen fracasar; cuando no,
sirven una función de mercado. El término “precio de monopolio” no tiene
sentido efectivo alguno en los mercados reales, que no son fotografías
instantáneas en el tiempo sino procesos de cambio. Una sociedad de mercado no
necesita leyes antimonopolio en absoluto; de hecho, el Estado es la auténtica
causa de los monopolios que quedan hoy en la educación, la legislación, los
tribunales y otras áreas. (Escuela Austriaca)
La regulación contra los
monopolios ha causado más daños que beneficios al proteger algunos competidores
en particular, no a la competencia. Algunos tipos de regulación contra los
“trusts” se basan en modelos erróneos que no consiguen comprender que algunas
empresas ganan cuota de mercado meramente por lo deseable de sus productos a
los consumidores. La mayoría de casos citados de “dependencia histórica”
resultaron ser falsos. ¿Qué pueden hacer los reguladores? Como dijo Adam Smith,
deberían evitar que la conspiración empresarial y el comportamiento
descaradamente predatorio, así como asegurar un terreno de juego que sea
tendente a la competencia genuina. Finalmente, algunos bienes son mejor proporcionados
por monopolios, por ejemplo, los tribunales y la defensa. (Escuela de
Chicago)
18) ¿Cuál es la función de la
igualdad y la desigualdad?
El actual énfasis en la igualdad
es un gran avance político del último siglo. El sistema político y económico ya
no excluye de la participación a las mujeres y a las minorías sino que las
incluye por ley. Estos grupos tienden a ser artificialmente infravalorados por
la “mano invisible” del mercado, y este es el motivo por el que hay una función
a desempeñar por las leyes antidiscriminación y de acceso público. El Estado
del Bienestar, también, ha beneficiado a la sociedad al asegurar que los
beneficios de la creciente riqueza se repartan por toda la sociedad, para que
así los ricos no se hagan más ricos a expensas de los pobres. Hemos recorrido
un largo camino, pero aún nos queda un largo camino por delante. (Escuelas
keynesiana / neoclásica / historicista)
La igualdad es un término que se
ajusta a las matemáticas pero no a las ciencias sociales. Los seres humanos son
desiguales en sus talentos, oportunidades y voluntad de conseguir cosas.
Desigual no significa superior o inferior; significa meramente distinto. Las
diferencias son, precisamente, el origen de la división del trabajo y, en el
mercado, no llevan al conflicto sino a la cooperación. Si bien las diferencias
deben ser celebradas, cada propietario tiene pleno derecho a tratar a las
personas desigualmente porque son los propietarios los que cargan con la
responsabilidad. Los legisladores, en cambio, no deberían preocuparse en lo más
mínimo por crear la igualdad de resultados o de oportunidad, ya sea entre
grupos o en entre individuos, clasificándolos según el criterio que sea. La
igualdad sólo debería tener lugar ante la ley, que debería tratar a todos los individuos
por igual sin prestar atención a las circunstancias de su vida. (Escuela
Austriaca)
La desigualdad es una
característica intrínseca de una estructura social que está embarrancada en los
excesos perjudiciales arrastrados por la larga y vergonzosa historia de la
manera en que la sociedad occidental ha tratado a las mujeres y a las minorías.
El impulso perjudicial, arraigado en el espíritu de conquista que dio luz al
capitalismo occidental, es una forma de violencia y sigue formando parte de la
corrupta infraestructura de la propia economía de mercado. Si se dejara actuar
libremente a los propietarios del capital, los grupos excluidos permanecerían
así a perpetuidad; es por este motivo que la sociedad tenía que actuar para
pararles los pies. La plena igualdad seguirá eludiéndonos mientras tengamos una
sociedad que trata a las personas como mercancías que pueden ser compradas y
vendidas y mientras pongamos la propiedad privada de unos pocos por encima del
interés común de todos. (Socialista)
Es un gran error hacer de la
igualdad de resultados un objetivo político porque la legislación igualitaria
puede acabar con los incentivos a mejorar. Castigar a los ricos es
contraproducente, incluso para los pobres que intentan abrirse camino. La
igualdad de oportunidades, en cambio, es diferente. Es algo que todo el mundo
merece por su propia dignidad como ser humano. Así, una nación debería
esforzarse por conseguir instituciones educativas de calidad, establecer un
impuesto sobre la herencia limitado y asistir a aquellos que, sin que sea culpa
suya, carecen de los medios para entrar en la división del trabajo. Una vez
establecidas estas instituciones, nos encontraremos con que las fuerzas de la
competencia del mercado conseguirán objetivos igualitarios por medios
predominantemente voluntarios. (Escuela de Chicago)
19) ¿Cuál es su opinión
respecto al libre comercio y la globalización?
El comercio internacional aumenta
los niveles de vida mediante la productividad facilitando la especialización.
Una mayor especialización y división del trabajo aumentan la productividad del
trabajo. La globalización también permite mejoras en los mercados de bienes y
la organización de la producción. La difusión del capitalismo global es clave
para el desarrollo económico sostenible en todo el mundo. Temas como el daño
medioambiental giran entorno a la aplicación local de los derechos de la
propiedad, no a la difusión del capitalismo global. La globalización es buena
tanto para los consumidores en el mundo desarrollado como para los trabajadores
en los países en desarrollo. (Escuela Austriaca)
La internacionalización económica
ha tenido tanto efectos positivos como negativos. El libre comercio y la
globalización pueden aumentar la productividad y aumentar el bienestar de los
consumidores. Pero las multinacionales explotarán a los trabajadores y al
medioambiente en muchos lugares a menos que algunas autoridades las regules y
trabajen en pos de la harmonización legislativa y fiscal. Necesitamos una
legislación detallada por las autoridades mundiales para evitar los efectos
negativos del comercio internacional. Un gobierno mundial que ejerciese tales
responsabilidades sería muy beneficioso para la humanidad. (Escuelas
keynesiana / neoclásica / historicista)
La globalización navega bajo la
enseña del libre comercio pero en realidad es un vehículo para la explotación
de los consumidores y los trabajadores. Las multinacionales que no pueden
encontrar mercados en sus países de origen explotan a los trabajadores de
países en desarrollo pagándoles salarios cercanos a los de subsistencia. Esto
daña, además, a las culturas indígenas y lleva a una mercantilización de las
personas. El impulso por obrar así surge de la naturaleza de las naciones
capitalistas que, inevitablemente, experimentan tasas de beneficio
decrecientes. El único remedio a estos males de la globalización es la
abolición del propio capitalismo. (Socialista)
El libre comercio tiene efectos
positivos pero requiere algún apoyo público. La especialización laboral y la
inversión en capital por parte de las multinacionales aumenta la productividad
y los niveles de vida. Sin embargo, necesitamos un gobierno mundial mediante la
Organización Mundial de Comercio que provea las condiciones legales y
financieras, tales como las leyes de transparencia y la protección de los
derechos de propiedad intelectual, si es que vamos a desarrollar las ventajas
de la cooperación económica mundial. Se requieren algunas instituciones
públicas a nivel mundial para que el comercio internacional y la globalización
funcionen en para beneficio de todos. (Escuela de Chicago)
20) ¿Cuál es la función de la
bolsa?
El mercado de valores puede
desempeñar una función positiva en la sociedad, pero está también sujeto a olas
de frenesí especulativo y al abuso, las más de las veces por parte de las
grandes instituciones que se aprovechan de los inversores menores. Esto puede
llevar a la sobrevaloración de algunos valores, al uso de la información
privilegiada y otras prácticas que benefician a unos pocos ejecutivos, agentes
financieros y grandes inversores a expensas de los inversores menores. Los
jugadores grandes pueden y de hecho manipulan el sistema en beneficio propio, y
este es el motivo por el que la legislación estatal de los mercados de valores
puede y debe enfrentarse a estas prácticas mediante multas severas, límites al
salario de los ejecutivos, informes y auditorias obligatorias así como
auditorias de control de los estados financieros. Las autoridades públicas son
vitales para el buen funcionamiento de los mercados financieros. (Escuelas
keynesiana / neoclásica / historicista)
El mercado de valores constituye
una parte vital del proceso por el cual coordinamos la producción. Los precios
del mercado de valores reflejan la productividad de las empresas así como los
criterios empresariales referentes a la productividad futura. La competencia en
los mercados de valores nos permite verificar el valor de la inversión real.
Las absorciones, fusiones y la información privilegiada están injustamente mal
vistas porque estas prácticas representan la competencia real. Sin mercados de
valores, la coordinación racional de la producción de la sociedad moderna sería
imposible. La legislación estatal no puede mejorar el funcionamiento de los
mercados de valores porque es el mercado el que más directamente nos informa
sobre el mejor uso de los recursos. (Escuela Austriaca)
El mercado de valores representa
los intereses de una clase social improductiva. La clase inversora se beneficia
del trabajo de otros, mientras enreda al público con inversiones fraudulentas.
La especulación bursátil, el uso de información privilegiada, las absorciones y
las fusiones desestabilizan la economía. Las adquisiciones financieras
concentran el control de los medios de producción en las manos de unos pocos.
Los mercados alcistas no producen riqueza real y son, en realidad, burbujas
financieras. Estas olas de especulación bursátil llevan a pánicos financieros
que distorsionan la producción de riqueza real. Lo que necesitamos no son más
centros financieros de altos vuelos sino más trabajo del común a nivel local
encaminado a fines comunes. (Socialista)
El mercado de valores ayuda a
alinear los incentivos en la producción y cribar las empresas productivas de
las improductivas. En cualquier momento, los precios del mercado de valores
reflejan toda la información disponible relevante y éste es el motivo de que
las previsiones acierten en término medio y de que ningún inversor pueda
pasarse de listo con el mercado. Las absorciones y fusiones presionan a los ejecutivos
para servir a los intereses de los inversores, grandes y pequeños. El sistema
funciona mientras la legislación obligue a la plena transparencia y no se
retenga deliberadamente ninguna información relevante. De esta manera, la
intervención pública puede mejorar el funcionamiento de los mercados de
valores. (Escuela de Chicago)
JIV
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