Los políticos españoles se están caracterizando últimamente por no tener una adecuada ética/moral profesional.
Así, no me sorprende que Montilla elija un colegio privado en Cataluña para sus hijos en los que sólo den una hora de catalán a la semana, sin obligaciones ni imposiciones. Mientras que él, como presidente de la Comunidad Autónoma de Cataluña, obliga a los demás “mortales” a mandar a sus hijos a estudiar catalán, sí o sí (¡viva la democracia señores!). Es decir, quien se pueda permitir el lujazo de pagar un colegio super-privado y super-maravilloso en donde los niños solo tienen una hora de catalán por semana (o menos) pues lo hará. Pero quien no se pueda permitir este lujazo, que se j… Esa es la doble moral socialdemócrata: criticar las barbaridades de unos, pero las de otros (que son peores) no se dice nada.
Tampoco me sorprende ver al representante del PP en la Comisión de Tráfico del Congreso le pillan conduciendo con unas copas de más. O Ana Mato, con un Jaguar en su garaje que no sabe quién pago.
Asimismo tampoco es sorprendente que el señor Chaves, ayude a la empresa donde trabaja su hija con subvenciones (que pagamos todos). Es natural que un padre trate de ayudar a sus hijos como pueda. Pero cuando el dinero no es suyo, nos encontramos ante una pequeña disyuntiva: entre ayudar a nuestros familiares con dinero público, o no hacerlo. Y uno sigue lo que le marca la naturaleza, o según otros, los condicionamientos.
Por último tampoco es sorprendente los minúsculos pecunios que declaran nuestros queridos políticos. Fíjense, Camps es casi mileurista, y Chaves también. “Bibi” parece más pobre que un obrero. Si es que lo mejor es estar curado de espanto señores.
Lo raro es que, en manos de esta gente, no nos hayamos hundido ya.
JIV
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