
Dicho mecanismo uninominal beneficia sobre todo a los laboristas, que como muestran los datos siguientes:
Ø Conservadores: 305 escaños, 36,1% de los votos.
Ø Laboristas: 258 escaños, 29,1% de los votos.
Ø Liberales: 57 escaños, 23,0% de los votos.
Además, el sistema es claramente injusto, pues, hay casi un 12% del electorado que no tiene representación parlamentaria.
Un sistema proporcional sería más justo y mucho más democrático, ya que la proporción de escaños sería directamente proporcional al porcentaje de votos. Según este sistema el resultado de las elecciones sería éste, de 650 escaños totales:
Ø Conservadores: 235 escaños, 36,1% de los votos.
Ø Laboristas: 189 escaños, 29,1% de los votos.
Ø Liberales: 150 escaños, 23,0% de los votos.
Ø Otros: 76 escaños, 11,8% de los votos.
Por lo que puede el lector observar, el panorama es muy diferente. Pudiendo permitir a los laboristas gobernar con los liberales. Además, este sistema es mucho más justo pues le da a todos los partidos el peso proporcional que realmente le corresponde (en contrapartida al sistema electoral bipartidista que “infla” los votos de los laboristas y conservadores, sobretodo de los primeros dándoles un peso que no les corresponde).
JIV
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