El monarca dictadorzuelo de Marruecos, lleva reclamando Ceuta y Melilla desde que comenzó su reinado. Habría que recordarle que su padre reconoció la soberanía española sobre estas tierras. Que son territorio español desde hace 513 años y en el caso de la segunda cuando por allí no existían más que tribus nómadas.
Las comparaciones son odiosas, eso dicen, algunos comparan la situación de estas dos ciudades con Gibraltar. Nada más lejos de la realidad. Pues en efecto, Gibraltar es una colonia británica usurpada a nuestro país a través de la prolongación del Tratado de Utrech (1713).
Y todo esto, ¿A santo de qué? Pues de la visita a Melilla por parte del líder de la oposición, Mariano Rajoy. Ahora resulta que cada vez que viajemos a Canarias, a Ceuta, a Melilla y a Andalucía vamos a tener que pedir permiso a este dictadorzuelo que encima exige trato entre iguales. Cuando él expulsa a religiosos españoles porqué sí, y nosotros nos tenemos que tragar a su gente, porque sino, somos racistas y xenófobos. Pero él no es ni racista ni xenófobo, ni homófobo ni nada malo.
Pues yo desde mi humilde blog quiero denunciar la "estrategia de silenciosa invasión" que este ditadorzuelo está practicando con un país occidental, democrático y miembro de la Unión Europea desde hace más de 25 años. Y muy especialmente sus curiosas prácticas de control (que brillan por su ausencia) en las respectivas aduanas de estas dos ciudades, que hacen que la Guardia Civil de fronteras se "coma el marrón" de tener que registrar y controlar todo el tráfico (y sin ningún tipo de ayuda o estímulo por parte del gobierno de España). Y también por el inexistente control sobre las mafias de tráfico de inmigrantes en pateras.
Y no sólo eso, es que ni siquiera se integran los inmigrantes de ese país en nuestra cultura y encima provocando e impidiendo la libertad de expresión y de traslado o viaje.
Para que luego digan que el moro (como tal, de marruecos) no es motivo de preocupación. Claro que sí, y mucha. Nuestros gobiernos deberían reaccionar antes de que, de facto, Ceuta y Melilla sean demográficamente marroquíes (si no lo son ya).
JIV.
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Y todo esto, ¿A santo de qué? Pues de la visita a Melilla por parte del líder de la oposición, Mariano Rajoy. Ahora resulta que cada vez que viajemos a Canarias, a Ceuta, a Melilla y a Andalucía vamos a tener que pedir permiso a este dictadorzuelo que encima exige trato entre iguales. Cuando él expulsa a religiosos españoles porqué sí, y nosotros nos tenemos que tragar a su gente, porque sino, somos racistas y xenófobos. Pero él no es ni racista ni xenófobo, ni homófobo ni nada malo.
Pues yo desde mi humilde blog quiero denunciar la "estrategia de silenciosa invasión" que este ditadorzuelo está practicando con un país occidental, democrático y miembro de la Unión Europea desde hace más de 25 años. Y muy especialmente sus curiosas prácticas de control (que brillan por su ausencia) en las respectivas aduanas de estas dos ciudades, que hacen que la Guardia Civil de fronteras se "coma el marrón" de tener que registrar y controlar todo el tráfico (y sin ningún tipo de ayuda o estímulo por parte del gobierno de España). Y también por el inexistente control sobre las mafias de tráfico de inmigrantes en pateras.
Y no sólo eso, es que ni siquiera se integran los inmigrantes de ese país en nuestra cultura y encima provocando e impidiendo la libertad de expresión y de traslado o viaje.
Para que luego digan que el moro (como tal, de marruecos) no es motivo de preocupación. Claro que sí, y mucha. Nuestros gobiernos deberían reaccionar antes de que, de facto, Ceuta y Melilla sean demográficamente marroquíes (si no lo son ya).
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