
Pues empecemos:
Ø Socialismo. Tú tienes dos vacas. El Estado te obliga a darle una a tu vecino que no tenía vacas.
Ø Comunismo. Tú tienes dos vacas. El Estado te las quita y te da algo de leche.
Ø Fascismo. Tú tienes dos vacas. El Estado te las quita y te venda algo de leche.
Ø Nazismo. Tú tienes dos vacas. El Estado te las quite y te dispara en la cabeza.
Ø Burocratismo. Tú tienes dos vacas. El Estado te pierde una, ordeña la otra y luego tira la leche al suelo.
Ø Capitalismo tradicional. Tú tienes dos vacas. Vendes una y te compras un toro. Haces más vacas. Vendes las vacas y ganas dinero.
Ø Capitalismo moderno. Tú tienes dos vacas. Vendes tres de tus vacas a tu empresa que cotiza en bolsa mediante letras de crédito abiertas por tu cuñado en el banco. Luego ejecutas un intercambio de participación de deuda con una oferta general asociada con lo que ya tienes las cuatro vacas de vuelta, con exención de impuestos por cinco vacas. La leche que hacen tus seis vacas es transferida mediante intermediario a una empresa con sede en las Islas Caimán que vuelve a vender los derechos de las siete vacas a tu compañía. El informe anual afirma que tu tienes ocho vacas con opción a una más. Coges tus nueve vacas y las cortas en trocitos. Luego vendes tus diez vacas troceadas. Curiosamente durante el proceso nadie se da cuenta que, en realidad, sólo tienes dos vacas.
Ø Economía japonesa. Tú tienes dos vacas. Las rediseñas a escala 1:10 y que te produzcan el doble de leche. Pero no te haces rico. Luego ruedas todo el proceso en dibujos animados. Los llamas Vakimon y te haces millonarios.
Ø Economía alemana. Tú tienes dos vacas. Mediante un proceso de reingeniería consigues que vivan 100 años, coman muna vez al mes y se ordeñen solas. Nadie cree que esto tenga ningún merito.
Ø Economía rusa. Tú tienes dos vacas. Cuentas y tienes cinco vacas. Vuelves a contar y te salen 257 vacas. Vuelves a contar y te salen tres. Dejas de contar vacas y abres otra botella de vodka…
Ø Economía china. Tú tienes dos vacas. Tienes a 330 tíos ordeñándolas. Explicas al mundo tu increíble ratio de productividad lechera. Disparas a un periodista que se dispone a contar la verdad.
Ø Economía iraquí. Tú no tienes vacas. Nadie cree que no tengas vacas, te bombardean y te invaden el país. Tú sigues sin tener vacas.
Ø Economía suiza. Hay 500.000.000.000 vacas. Es obvio que tiene dueño pero nadie sabe quién es.
Ø Economía francesa. Tú tienes dos vacas. Entonces te declaras en huelga, organizas una revuelta violenta y cortas todas las carreteras del país, porque lo que quieres son tres vacas.
Ø Economía neozelandesa. Tú tienes dos vacas. La de la izquierda te parece cada día más atractiva.
Ø Economía española. Tú tienes dos vacas, pero no tienes ni idea de donde pueden estar. Pero como ya es viernes, te bajas a desayunar al bar que tienen el Marca. Si acaso, ya te pondrás a buscarlas el miércoles, después del puente de San Aniceto.
Bueno señores, la lección de hoy ha terminado. Buen fin de semana.
JIV
No hay comentarios:
Publicar un comentario