

Buenas.
En estas vacaciones han pasado muchas cosas. Te vas unos días, y ya ven ustedes, queridos lectores, las cosas que pasan en este país de fábula.
En la primera foto tenemos a Miguel Montes Neiro, natural de Granada y prisionero en una cárcel española desde 1976 por delitos como tentativa de robo, deserción en el ejército, tenencia ilícita de armas, desacato y fugas. Padece Hepatitis C y tuberculosis (enfermedades por las que necesita tratamiento médico y hospitalario adecuado) y ha tenido varios intentos de suicidio. Es decir, lleva en la cárcel 35 años, salvo el periodo en que quedó en libertad condicional en el año 1994 y hasta 1996, en que fue nuevamente detenido y decretada su prisión.
Inició el pasado sábado día 23 una huelga de hambre indefinida en la cárcel de Huelva para protestar por su situación y las continuas denegaciones judiciales de libertad condicional y de refundiciones de condenas, la última de ellas de la Audiencia de Granada.
Ninguno de los delitos que cometió es de sangre. Por lo que se puede afirmar que esta persona es un delincuente y no un criminal sanguinario. Asimismo su estado de salud hace del riesgo de fuga un riesgo casi inexistente. Por lo que no debería de haber temor a la hora de dejarlo en libertad.
El de la segunda foto es Antón Troitiño Arranz, alias 'Miguel Ángel', natural de Palencia. Fue el miembro del 'comando Madrid' de ETA más sanguinario hasta que fue detenido el 16 de enero de 1987, al asaltar los GEOS un piso de la calle Río Ulla. Junto a él fueron detenidos otros cinco etarras: Cristina Arrizabalaga, María Teresa Rojo, Esteban Nieto, Inmaculada Noble y José Ignacio de Juana Chaos.
Fue condenado a 2.746 años de cárcel por 22 asesinatos cometidos entre 1983 y 1986 (¡Menudo angelito el chaval!). Pues bien, esta bestia asesina (por llamarlo de alguna forma) lleva en la cárcel desde 1987. Ha cumplido poco más de 24 años por 22 asesinatos (1 año y pico de prisión por persona). ¡Así se valora la vida humana estimados lectores! A 1,5 euros el kilo (por expresarlo de una manera sarcástica).
El etarra quedó en libertad el pasado 13 de abril después de que la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional realizara un nuevo cálculo sobre su permanencia en prisión aplicando un criterio con el que el terrorista fue excarcelado. Curiosamente se da la circunstancia de que el juez de vigilancia penitenciaria que dio el visto bueno para su puesta en libertad, de Jaén, es el mismo que se la ha denegado a Montes Neiro, al que también le rechazó su petición el juez de Huelva, que también avaló la salida de Antón Troitiño.
El tercero de la foto es el archiconocido etarra José Ignacio de Juana Chaos, más conocido como Iñaki de Juana Chaos, natural de Guipúzcoa. Fue detenido en 1987 junto con el etarra anterior y fue condenado judicialmente por su participación en 25 asesinatos a casi 3.000 años de prisión, de los que cumplió poco más de 18 años en aplicación de la legislación española entonces vigente. Se encuentra en libertad desde el año 2008. Un chollo estimados lectores, matas a 25 personas y sólo cumples 18 años sin mostrar arrepentimiento alguno. Es decir, menos de 1 año de prisión por persona.
Éste sí que tuvo suerte. Pues encima se puso en huelga de hambre (en la que según palabras de las enfermeras “hacía el amor con su pareja en la ducha”, con lo que estaba en perfectas condiciones físicas y todo lo demás era pura propaganda de los terroristas). Y el Estado, en un exceso de celo a mi juicio, lo trató con benevolencia. Sin embargo, ganó el terrorista, y perdimos las personas de bien ese duelo gracias a la actuación de nuestro querido gobierno (no me centraré más en el debate sobre el contexto en que se hizo, bastante escarnio internacional y nacional sufrimos).
Durante sus años de reclusión, De Juana siguió recibiendo la atención de los medios de comunicación, dando muestras de su constante falta de arrepentimiento. El 9 de marzo de 1993, tras el atentado en Sevilla donde un comando de ETA asesinó al concejal Alberto Jiménez-Becerril Barrio y a su esposa Ascensión García, mostró su alegría escribiendo en una carta con la siguiente frase "sus lloros son nuestras sonrisas y terminaremos a carcajada limpia" (¡Qué fuerte!). En julio de 1992 remitió una carta al juez de vigilancia penitenciaria de Cádiz avisándole de que figuraba en las listas de ETA como "ejecutable". El 6 de mayo de 1998, tras el asesinato por parte de ETA del concejal de UPN, Tomás Caballero, le solicitó al director de la cárcel donde se encontraba recluido champán y langostinos para celebrarlo (¡Y encima gratis!).
Estas dos personas son criminales sanguinarios que por asesinar a 22 personas ha cumplido sólo 24 años o por haber matado a 25, sólo 18. Cualquier experto en derecho penal de otro país tendría los ojos como platos al ver este despropósito. Entonces, a un asesino en serie cualquiera ¿Sólo cumpliría 25 años de su completa condena?
Este sistema es un auténtico despropósito que sólo conduce a una cosa. Convertir a España en un paraíso criminal. Pues si los que matan (ojito: matan y mucho) tienen penas irrisorias, ¿Cómo vamos a meter en la cárcel a personas que defrauden al fisco, o que sean corruptas hasta la médula si unos asesinos en unos pocos años están en la puñetera calle?
Ahora bien, hay presos que tienen más suerte que otros. Y los etarras son unos auténticos privilegiados. Tienen incluso derechos de inseminación gratis. Otros, no tienen derecho ni a recibir tratamiento hospitalario. ¿Justicia? ¿Igualdad?
Moraleja de la historia. Cuanto más se asesine, más se robe, y más violento y mafioso seas, menos condena vas a cumplir. Pues los límites son irrisorios: 20 años (para delitos menos graves), 30 años (si alguno de los delitos cometidos tiene una pena superior a 20 años) y 40 años (para delitos de terrorismo, que de momento no se ha aplicado).
JIV
P.D.- Disfruten del partido.
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