No se si será por estupidez o es que su ideología no da más
de sí (que todo es posible estimado lector). Vamos a ver porqué.
La propuesta en concreto, es la de gastar unos 1.300
millones de euros para crear unos 200.000 empleos dirigidos a personas de más
de 45 años sin formación alguna, que según el PSOE son inempleables.
Veamos. En España hay unos 2,1 millones de personas que no
tienen estudios a nivel superior a Secundaria (analfabetos, estudios de
Primaria no completados o completados), de edades entre 45 y 64 años. De esos,
unos 840.000 tienen empleo, y unos 260.000 están parados (el resto se entiende
son un millón de personas inactivas). Pues bien, esos empleos propuestos por el
señor Sánchez son los inempleables mencionados.
Nos equivocaríamos si afirmásemos que todo este grupo sea
inempleables. De hecho, la población entre 45 y 64 años con un nivel de
estudios inferior a secundaria se ha reducido en más de medio millón de
personas, habiendo 250.000 inactivos menos y 130.000 parados menos. No
obstante, parte de esta reducción se debe a jubilaciones y a una mejora de su
nivel formativo, volviéndose por tanto, más empleable.
Si tomamos como base estos ciudadanos, la tasa de empleo se
ha incrementado de un 37% a un 40%, y la tasa de paro ha caído del 28% al 23%.
Es cierto que en países de nuestro entorno esa tasa de
desempleo en tal tramo es considerablemente inferior a la española, por lo que
hay un gran margen de mejora. Solo por citar varios ejemplos: en Alemania es
del11,4%, en Austria del 10,6%, en Holanda del 9,3%, en Rumania del 7,7%, en Dinamarca es del 8,5%, en Malta del 7,3% y en Reino Unido es
del 7,3%.
Por tanto, no hay una imposibilidad de empleabilidad. Es
claro que los salarios a los que pueden optar no son muy altos, a no ser que
mejoren su formación (pues la prima salarial por nivel formativo es positiva).
Pero esto no quiere decir que sean personas que no puedan tener nunca un empleo
y que el Estado sea el que los mantenga. De ahí la estupidez de la propuesta de
Sánchez y de su inutilidad. Veamos.
Pedro Sanchez piensa ofrecerles un salario de seis meses.
Haciendo cuentas son 1.300 millones para 200.000 trabajadores, lo que supone
6.500 euros por persona, unos 1.083 euros por parado y mes. Descontando
cotizaciones sociales a cargo del empleador (un 30%), el salario social que el
candidato del PSOE está prometiendo a cada parado mayor de 45 años y sin
formación es de 833 euros mensuales. Como vemos estos empleos temporales tienen
un salario exiguamente superior al mínimo interprofesional orientado a tareas
que son improductivas y no recurrentes (digámoslo claro: por no hacer nada). Si
estos empleos los crea el sector privado, ¿de qué tipo de contratos
hablaríamos? Pues eso, de contratos basura. Pero como los crea es el sector
público, son políticas sociales.
La diferencia es que el malvado capitalista crea estos
empleos arriesgando su propio ahorro, mientras que el benevolente socialista lo
hace dilapidando el ahorro de los demás.
Por tanto, es evidente que pagar a personas para que hagan
cualquier cosa y cobren por eso no es política social, es una política
encaminada a institucionalizar la dependencia del Estado de una parte de la
sociedad (y por ende de captar su voto). De ahí mi reflexión.
La verdadera política social debería ir a rebajar el coste
de la contratación (que no del despido ojo) de las personas menos productivas y
de otro, facilitar el aumento de su productividad. En otras palabras, eliminar
costosas regulaciones laborales, recortar impuestos sobre el trabajo, fomentar
la acumulación de capital que complemente al trabajo y favorecer la aparición
de centros de enseñanza que proporcionen un reciclaje formativo y
verdaderamente útil y capacitador. Solo de este modo lograremos crear
ocupaciones sostenibles y progresivamente mejor remuneradas. Este
"aguinaldo" solo es una transición desde el desempleo hasta el paro.
Las verdaderas medidas requieren tiempo y valentía. Pero eso
es difícil de hacer comprender.
Y así nos va,
JIV
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