Llevo ya unos cuantos artículos muy críticos con el gobierno
de Mariano Rajoy. Y no es para menos, en posts anteriores ya he expuesto mis
impresiones sobre el PP de Rajoy (repito, el PP de Rajoy). Por eso no creo que
deba repetir (y debió dimitir tras el 20-D). Lo primero es que no ha cumplido
con sus compromisos electorales (en temas de impuestos, reformas estructurales,
reducción real del desempleo, deuda y otros aspectos sociales como el aborto o
el matrimonio homosexual).
Segundo, porque no los ha cumplido hacia Europa (no solo no
ha engañado a la Comisión Europea, sino que encima había conseguido un trato de
favor para evitar el ascenso de partidos demagógicos, trato envidiable que no
ha sido dado a otros países).
Y tercero, porque es posible y previsible que frente a estos
incumplimientos, España avanza con paso firme a convertirse en el primer país
sancionado por romper las reglas fiscales europeas (por violar el Pacto de
Estabilidad y Crecimiento); una multa irrisoria (el 0,2% del PIB, unos 2.000
millones de euros) pero que generaría un impacto en la credibilidad de nuestro
país irreparable, de consecuencias imprevisibles (especialmente en el nivel de
confianza del inversor que adquiere los títulos de deuda emitidos por el
Tesoro.
Una de las grandes apuestas del PP fue el rigor
presupuestario. Teniendo en cuenta el incumplimiento, ya mencionado en otras
entradas, del déficit, creo conveniente indicar que es una auténtica tomadura
de pelo este fiasco presupuestario. Y con tal de justificarse, los líderes del
PP han puesto en marcha una serie de consignas falaces a cada cual más
surrealista. Veamos.
RAJOY HA SIDO MEJOR
QUE ZAPATERO EN CUANTO A DÉFICIT.
Zapatero cerró con un déficit en 2009 insostenible del 11%. En 2011, lo había reducido a un 9,1%
(1,9 puntos en dos años, o una media de casi un punto por año). Rajoy, ha
dejado un déficit de 5,2 % en 2015, una reducción de casi 4 puntos (un punto
por año). Vamos, que si el supuesto austero (ya demostrado que es falso) Rajoy
redujo el déficit un punto por año, el irresponsable Zapatero hizo casi lo
mismo. O sea, igualico en ambos casos. Y si no vean esta gráfica:
En conclusión. No es cierto que Rajoy haya contribuido mucho
más que Zapatero en reducir el déficit. El éxito es debido principalmente a las
presiones de la Eurozona que ya en 2010 empezaron a pedir que el déficit se
recondujera. Zapatero, es cierto, no redujo apenas el agujero en el año
electoral de 2011; pero es que Rajoy tampoco en 2015 lo ha reducido
significativamente (como tampoco en 2013 y en 2014). Tal para cual.
EL DÉFICIT SE REDUCE
POR LA CONTENCIÓN DEL GASTO.
Otra de las numerosas propuestas de Rajoy, es que se
comprometió a practicar la austeridad por el lado de los gastos, es decir,
cuadrar las cuentas recortando los desembolsos de la administración. Sin
embargo, el gasto público apenas se ha reducido (menos de 16.000 millones en
cuatro años).
Algún lector puede afirmar que los escasos recortes del
gasto público se deben al incremento de los gastos financieros y de las
prestaciones por desempleo. Pues, eliminando estas partidas, la evolución del
gasto es similar a la anterior gráfica; la reducción encima es menor, apenas
11.300. Vamos, un austericidio insufrible (que ya he dicho que es falso):
En todo caso, de la reducción del déficit (unos 42.000
millones de euros), 26.000 millones son imputables a aumentos de ingresos (o
sea impuestos) y el resto por reducción de gasto.
La contribución del aumento de los ingresos y del recorte
del gasto total, puede observarse en la siguiente gráfica. Es posible
contemplar que el recorte de gasto se concentra principalmente en 2012,
revirtiéndose en 2015:
Si en algo podemos (cielos! Que poco me gusta esa expresión)
decir verdaderamente de Rajoy es que ha fallado la austeridad en los gastos. Lo
mismito que Zapatero.
EL INCUMPLIMIENTO ES
CULPA DE LAS AUTONOMÍAS DEL CAMBIO.
Como excusa oficial, para justificar los 10.000 millones de
desvío en cuanto al compromiso pactado, ha sido este (http://vozpopuli.com/economia-y-finanzas/78714-el-gobierno-interviene-14-comunidades-por-su-barra-libre-con-el-deficit).
Como recordará el lector, el PP perdió los gobiernos autonómicos de Valencia,
Baleares, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón, Cantabria y Navarra (nada
menos que 7 autonomías perdió el PP, una debacle que debió hacer reflexionar al
PP, cosa que no hizo, pero eso es otra historia). Entre junio y diciembre de
2015, estas siete autonomías aumentaron su déficit en 3.525 millones. Es
difícil argumentar que alguien tiene la culpa de algo cuando esa culpa supone
menos de un 40% de la desviación.
Pero, ¿La culpa es de estos del cambio? No. Pues, en efecto,
bajo el mandado "ejemplar" del PP (lo pongo así por algunas zonas
como Valencia o Castilla-La Mancha), el déficit en esas autonomías aumentó en
2014 en 3.765 millones (más que los gobiernos del cambio). Los datos son
fácilmente consultables en las bases de datos.
Por lo tanto, otra mentira para añadir al currículum del PP.
No han sido las autonomías del cambio las responsables de este desvío.
EL INCUMPLIMIENTO DEL
DÉFICIT PÚBLICO ES CULPA DE TODAS LAS AUTONOMÍAS.
Cuando la pataleta no funciona, lo mejor es buscar otra
excusa para dar otra pataleta. Ahora ya no son los gobiernos del cambio, sino
todas (Rajoy por supuesto, no tiene culpa de nada, nunca). Los datos pueden
confirmar esta tesis, cuando si nos fijamos en la evolución del déficit en
2015, la desviación se debe a las autonomías, pues acumulan un déficit de
18.000 millones, 10.400 más de lo comprometido. Mientras que la administración
central cierra con déficit de 1.500 millones.
Pero las cifras puede ser manipulables. Especialmente si
entendemos que la imagen que transmite el PP (de un gobierno central austero,
responsable, y unos gobiernos autonómicos despilfarradores) no es justa bajo
ningún concepto. Porque a lo largo de la antepasada legislatura la austeridad
se ha concentrado en las autonomías, y no en la administración central: el
déficit autonómico pasó de 55.000 millones en 2011 (una barbaridad y eso que el
PP gobernaba en muchas autonomías) a 18.000 millones en 2015 (una reducción de
un 67%) mientras que el déficit de la administración central apenas había caído
de 33.000 a
29.000 millones (una reducción de un 12%). Si a eso añadimos la pésima gestión
de la Seguridad Social por parte del gobierno central, hay que imputarle
también ese déficit, desde los 1.000 millones en 2011 a los 13.500
milloncejos.
¿Cómo puede decir el gobierno de Rajoy que la culpa del
déficit es de las autonomías cuando han sido éstas las que más han ayudado a
reducirlo?. Vale, hay una partida estatal que corresponde a las transferencias
a las autonomías, como parte de transferencias a otras administraciones. Es
decir, si las transferencias entre la administración central y la autonómica
aumentan, el déficit aumentará en el primero a costa del segundo (como sucedió
en 2012 y por eso el déficit del estado crece tanto mientras que el autonómico
se reduce).
Es posible, hacerse una idea más precisa de cual ha sido el
nivel administrativo más austero, si se mide la evolución del gasto público
deduciendo las transferencias efectuadas a otras administraciones. En tal caso,
se comprueba que, en contra de la excusa del PP, los grandes recortes del gasto
vienen de 2012, concentrados en las autonomías principalmente. Además, la
propia administración central revirtió su recorte un año después y el recorte
se ha congelado desde entonces. Las autonomías si han incrementado el gasto en
2015, pero tras los ajustes de 2012 y 2013, es manifiestamente falaz y
embustero echarles la culpa del incumplimiento del déficit durante la legislatura,
cuando han sido el nivel administrativo que más ha contribuido.
Es, por tanto, la administración central la que no ha hecho
casi nada para reducir el déficit público (por el lado de los gastos). Si algún
lector todavía es algo escéptico en creer mis argumentos, y piensan que los
escasos recortes del gasto se deben a que los intereses de la deuda y las
prestaciones de desempleo han aumentado, veamos ahora la variación del gasto
público sin transferencias y sin intereses y sin prestaciones por desempleo.
Vemos que es sencillo corroborar que Rajoy NO HA HECHO NADA para reducir el
gasto estatal una vez excluidas estas partidas: Zapatero legó un gasto de
56.000 millones y Rajoy lo ha incrementado a 60.000 millones.
En conclusión por tanto, quien no ha hecho los deberes ha
sido el incompetente, e incumplidor gobierno de Rajoy, de la mano de su
negligente Ministro de Hacienda.
CONCLUSIÓN
Si España ha incumplido sus compromisos no es por la
casualidad, mala suerte o la herencia recibida (otro argumento muy sacado a
colación por el propio Rajoy), es fruto de una pésima gestión hacendística
durante cuatro años. El gobierno confió en cuadrar las cuentas aumentando de
manera escandalosa los ingresos públicos vía impuestos (a costa por tanto, del
contribuyente) y colocando una vela a la recuperación económica. Su objetivo
fue más y más ingresos, no menos gastos. Por eso, la única austeridad parcial
que hubo fue en 2012, concentrada en las autonomías. Desde entonces el gasto ha
vuelto a crecer, sobretodo en la administración central.
La responsabilidad de tal desajuste y dejación de las más
elementales funciones fiscales es imputable al nefasto equipo económico del
gobierno, con el tándem Montoro-Nadal a la cabeza del sobreincumplimiento,
sobreendeudamiento y en definitiva sobresaqueo a los españoles. Pero no vayamos
a por los peones, la verdadera responsabilidad está en el Jefe del Gobierno
(Mariano Rajoy) que los colocó en sus puestos. Ni siquiera el crecimiento
económico (que ha sido el mayor de la eurozona) y con los tipos de interés a
mínimos históricos ha sido capaz este pontevedrés de cumplir la promesa dada a
sus socios europeos y a los españoles (especialmente a sus votantes).
Es hora de marcharse.
Y así nos va
JIV
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