COSAS DE DIPUTADOS

Hace unos días se aprobó tanto la reforma de la ley del aborto y la reforma de la LOFCA (La Ley orgánica de financiación de las Comunidades Autónomas) y el pleno del Congreso vivió un día agitado, pues buena parte de sus señorías (CiU y PNV) se equivocaron en el sentido de su voto, propiciando una victoria del Gobierno en la reforma de dicha ley. También fue agitado para los servicios de la Cámara, que olvidaron las enmiendas del PP. Hasta los ascensores, que también fallaron.

Uno lee esto y dice, bueno cosas de diputados. Ellos, que son como dioses, tienen el lujo o lujazo de equivocarse, de no asistir al congreso. Mientras que nosotros, simples mortales, no podemos equivocarnos o faltar a nuestro puesto de trabajo sin que éste peligre. Nosotros, simples mortales, debemos alzar nuestros templos, no ya para un solo dios, sino para 350, que son los diputados existentes en el Congreso.

Y yo que pensaba que la soberanía nacional residía en el pueblo español (es decir, en nosotros, débiles mortales), del que emanan los poderes del Estado, como dice teóricamente la Constitución. (Artículo 1.2)

Luego la gente critica a Suiza, pero por lo menos no tienen que ver como sus “representantes” (perdón, dioses) realizan tan mal esa labor de representación (atribuida ya por Montesquieu en su teoría de la separación de poderes), sobre todo en temas importantes.

JIV

P.D.- Deberes para el año que viene para estos “dioses”. Tratar de hacer ver a los ciudadanos que realmente hacen algo propio de su función (de momento, ja ja y ja). Según una encuesta los políticos (perdón dioses) son el tercer problema según los españoles. A ver si mejoramos.