La expresión no es mía, pero es muy gráfica y refleja la situación. Los delegados han hablado. Pero no los afiliados, ¿Es eso democrático? Luego se tiran el moco (Perdón por la expresión) de que son muy democráticos. Para nada. Pues dos candidatos a elegir uno no es muestra de salud democrática: ¿Es que sólo hay dos alternativas? ¿Es que no vale nadie más en el partido para ser su líder?
La Constitución es muy clara al respecto. El artículo 6 señala que “los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la Ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”.
No sé que demonios se creía esta señora. Hace 4 años no era nadie. Su única cosa a destacar fue su apoyo a Pepe Rubianes (con el eslogan, en castellano, todos somos Rubianes), el que dijo la famosa frase de “estoy harto de la puta España”; lo dijo en la televisión autonómica catalana y éstos le rieron la gracia. Es lo que ocurre en este maldito estado de las autonomías, que se pierde el respeto por quien te mantiene, el Estado español (pues al final es éste quien tiene que arreglar los desaguisados autonómicos).
Después, paso sin pena ni gloria en la vicepresidencia del Congreso (labor casi nula por su parte), Luego vino su papelón como ministra de vivienda, donde su gestión produjo un incremento de los precios de los alquileres y por lo tanto un perjuicio hacia los arrendatarios.
Luego vino su pasable gestión como Ministra de defensa. Digo pasable porque a pesar de ser una catalanista y una pacifista no lo hizo tan mal (aunque le costaba horrores decir “Viva España”, pero horrores), como yo esperaba.
Pero de ahí, a gestionar un partido con casi 9 millones de votantes, no se cuantos afiliados y que aspira a gobernar un país de 45 millones de habitantes, es harina de otro costal y no está preparada. Pero nada preparada.
Y lo que es peor, está afiliada a un partido (el PSC) que reniega del PSOE. Y que hace lo que le da la gana.
En resumen, no vale como candidata ni por asomo. Salvo que se quiera romper el PSOE, en ese caso sí.
El problema del PSOE es un problema de base. Pues éste está corrompido en sus ideas y en su gestión. Dicen de Camps, pero no hay más que ver como gestionan algunas comunidades o ayuntamientos y salvo clamorosas excepciones, no vale nadie nada en ese partido.
Es un partido que no son Socialistas, pues en sus planteamientos están muy de lejos a los planteamientos de Marx y Engels (que son los padres del socialismo moderno) o de Proudhon o Saint-Simon (el socialismo utópico).
No son obreros, pues entre sus filas éstos son minoría (de la UGT mejor no hablamos).
¿Españoles? Pché: “partido socialista del país valenciá”; partido socialista de euskadi; partido socialista de Cataluña. La verdad es que no lo parece.
¿Partido? Falso, es en todo caso, un conjunto de federaciones agrupadas en un supra-partido. En la que cada una hace y deshace a su antojo.
Conclusión. El PSOE se debería refundar en un partido de ideología socialdemócrata, pues corre el peligro de anquilosarse en el pasado y de perder el fuelle del futuro.
Yo no les votaré en la vida hasta que elijan a alguien que valga (Rubalcaba con su pasado por los gobiernos de FG y de ZP no me vale) o, al menos, que se refunda en otro partido distinto.
Pues así nos va.
JIV
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