El PSOE, experto en lanzar globos sonda, cortinas de humo (aunque en esto empata con el PP) e ideas estúpidas y gilipollescas (en esto no le gana nadie), hace unos días decidió reformar el código civil en lo referente a dos cuestiones:
Ø Los apellidos.
Ø El libro de familia.
Veamos, el gobierno pretendía (porque parece que ahora recula), reformar los apellidos en pro de la igualdad de género (encuadrado en lo que se denomina “políticas de genero”). Tal reforma consiste en que en caso de conflicto en cuanto a los apellidos estos se deciden por un método curioso, el orden alfabético (ya sabemos que las reglas ortográficas y gramaticales son cambiantes en el curso de los tiempos, pero ¿y si también lo es el orden alfabético?). La verdad es que no es de extrañar las reacciones en contra a esta reforma. La primera de todas es que es una gilipollez como una catedral (la Sagrada Familia no, que es muy fea). Me explico, ¿A que cuernos esta reforma? ¿A caso no es bastante equitativo el sistema actual? ¿Por qué se elige un sistema arbitrario basado en el orden alfabético?
¡La de discusiones que se van a provocaren las familias gracias a esta gilipollesca reforma! Porque aquel cuyo apellido vaya antes en el abecedario tendrá las de ganar. Y que tarde o temprano, todo el mundo terminará teniendo el primer apellido empezando por la A (y con toda probabilidad)
El sistema actual es de 1999, en el que no se discrimina el apellido materno, puesto que llevamos los dos (y esto desde épocas anteriores). El orden lo fijan los padres de mutuo acuerdo y en caso de conflicto prevalece el apellido varón. Si se hubiera querido ser algo más equitativo (en otros países el apellido de la mujer desaparece y toma el del marido y no la lían parda como aquí) se debería haber establecido que en caso de conflicto sea el Juez del Registro Civil donde se va a inscribir a la criatura el que decida o decidirlo por sorteo ante Notario.
Argumentar que el orden alfabético fomenta la igualdad y ponérnoslo como una brillante idea (parece una idea de nuestra querida “Bibi”) no hace más que desprestigiar a este gobierno si cabe más de lo que está (tarea difícil pero en la que se están esforzando al máximo, por lo que se ve). Además, tal propuesta no hace más que generar conflictos donde antes no existían, algo en lo que nuestro querido gobierno es experto, en generar conflictos donde antes no los había.
En cuanto a la supuesta supresión del libro de familia, el otro pilar de esta reforma, la verdad es que no dispongo de muchos datos porque, ésta, a mi juicio más importante y de mayor influencia (¿Cómo se inscribirán los menores para obtener el DNI sin el libro de familia? ¿Cómo se inscribirán los menores en los colegios sin el libro de familia?), ha pasado desapercibida. Curioso, porque a lo mejor lo que a este gobierno le molesta es el nombre “familia” y desee sustituirlo por “libro de arrejuntamiento” o algo parecido.
En fin, vamos a tener que armarnos de mucha paciencia, porque frente a las gilipolleces de nuestro gobierno no podemos hacer nada en esta partitocracia (ver entrada anterior) y aguantar hasta las próximas elecciones (que ¡horror! pueden volver a ganarlas los socialistos)
JIV
P.D.- Sobre lo que está pasando en el sáhara prefiero no hablar. Para ello les pongo un link del blog de Inocencio Arias que opina, objetivamente creo, bastante bien del tema (aunque pueda rayar la autocomplacencia de la función diplomática de España).
Ø Los apellidos.
Ø El libro de familia.
Veamos, el gobierno pretendía (porque parece que ahora recula), reformar los apellidos en pro de la igualdad de género (encuadrado en lo que se denomina “políticas de genero”). Tal reforma consiste en que en caso de conflicto en cuanto a los apellidos estos se deciden por un método curioso, el orden alfabético (ya sabemos que las reglas ortográficas y gramaticales son cambiantes en el curso de los tiempos, pero ¿y si también lo es el orden alfabético?). La verdad es que no es de extrañar las reacciones en contra a esta reforma. La primera de todas es que es una gilipollez como una catedral (la Sagrada Familia no, que es muy fea). Me explico, ¿A que cuernos esta reforma? ¿A caso no es bastante equitativo el sistema actual? ¿Por qué se elige un sistema arbitrario basado en el orden alfabético?
¡La de discusiones que se van a provocaren las familias gracias a esta gilipollesca reforma! Porque aquel cuyo apellido vaya antes en el abecedario tendrá las de ganar. Y que tarde o temprano, todo el mundo terminará teniendo el primer apellido empezando por la A (y con toda probabilidad)
El sistema actual es de 1999, en el que no se discrimina el apellido materno, puesto que llevamos los dos (y esto desde épocas anteriores). El orden lo fijan los padres de mutuo acuerdo y en caso de conflicto prevalece el apellido varón. Si se hubiera querido ser algo más equitativo (en otros países el apellido de la mujer desaparece y toma el del marido y no la lían parda como aquí) se debería haber establecido que en caso de conflicto sea el Juez del Registro Civil donde se va a inscribir a la criatura el que decida o decidirlo por sorteo ante Notario.
Argumentar que el orden alfabético fomenta la igualdad y ponérnoslo como una brillante idea (parece una idea de nuestra querida “Bibi”) no hace más que desprestigiar a este gobierno si cabe más de lo que está (tarea difícil pero en la que se están esforzando al máximo, por lo que se ve). Además, tal propuesta no hace más que generar conflictos donde antes no existían, algo en lo que nuestro querido gobierno es experto, en generar conflictos donde antes no los había.
En cuanto a la supuesta supresión del libro de familia, el otro pilar de esta reforma, la verdad es que no dispongo de muchos datos porque, ésta, a mi juicio más importante y de mayor influencia (¿Cómo se inscribirán los menores para obtener el DNI sin el libro de familia? ¿Cómo se inscribirán los menores en los colegios sin el libro de familia?), ha pasado desapercibida. Curioso, porque a lo mejor lo que a este gobierno le molesta es el nombre “familia” y desee sustituirlo por “libro de arrejuntamiento” o algo parecido.
En fin, vamos a tener que armarnos de mucha paciencia, porque frente a las gilipolleces de nuestro gobierno no podemos hacer nada en esta partitocracia (ver entrada anterior) y aguantar hasta las próximas elecciones (que ¡horror! pueden volver a ganarlas los socialistos)
JIV
P.D.- Sobre lo que está pasando en el sáhara prefiero no hablar. Para ello les pongo un link del blog de Inocencio Arias que opina, objetivamente creo, bastante bien del tema (aunque pueda rayar la autocomplacencia de la función diplomática de España).
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