
Aquel brutal atentado provocó un vuelco electoral sin precedentes. El PSOE, que llevaba las de perder, acabó ganando unas elecciones, que a mi juicio, debieron de haber sido aplazadas al menos 2 semanas como mínimo. Supongo que el gobierno del PP tuvo miedo de las repercusiones negativas que tal decisión hubiera causado.
Ni el PP, ni el PSOE estuvieron a la altura adecuada de unos verdaderos partidos nacionales con conciencia de estado (a imagen y semejanza del partido republicano y el demócrata, o del laborista y el conservador de EEUU y del Reino Unido respectivamente). Aunque de todo esto el PSOE salió ganador en esos días convulsos.
Hoy, 11 de marzo de 2011, se ha cumplido el 7º aniversario de esta barbarie. El balance fue dantesco: 192 muertos y centenares de heridos en las explosiones de 11 bombas en aquellos 4 trenes, en Atocha, el Pozo y Santa Eugenia... Hubo una reacción espontánea, solidaria, ejemplar de cuantos acudieron a prestar ayuda a los heridos. Hoy, siete años después, ni siquiera ha sido posible un acto unitario de homenaje. Es decir los de izquierdas por un lado y los derechas por otro. Deleznable es la poca conciencia de esta clase política (del PP y del PSOE).
En días como éstos se echa de menos pertenecer a una sociedad más estructurada, estimados lectores.
JIV
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