jueves, 28 de julio de 2011

SORPRENDENTE CAMBIO DE CRITERIO


Es curioso lo variable que es el pensamiento humano en lo referente a cuestiones fundamentales de la vida.

Veamos, la sentencia 65/2007 sobre los atentados del 11-M, cuyo ponente fue el magistrado Gómez Bermúdez, deja sentado claramente el criterio judicial de calificación penal sobre la colaboración con banda armada. En resumen dice lo siguiente: “Dicho de otro modo, el delito de colaboración con banda armada ni siquiera exige que el colaborador comparta los fines políticos o ideológicos de los terroristas, sino que basta con saber que se pone a disposición de esos criminales un bien o servicio, que se les está ayudando o facilitando su ilícita actividad, no siendo preciso conocer el delito”.

En otras palabras, el colaborador no tiene porqué compartir sus objetivos, el tipo penal para ser considerado una acción típica antijurídica e injustificable, sólo implica colaboración o ayuda. Es decir, se trata de un delito de medios, no de resultado.

Pero, hoy, 28 de julio de 2011, parece que el criterio es curiosamente distinto. Gracias a una circular de la Fiscalía General del Estado dependiente del Ministerio del Interior (¡Oh cielos!).

¿Se dan cuenta del tema? ¿Por qué en el caso faisán el argumento jurídico es distinto? ¿Acaso avisar a unos terroristas de su inminente detención por la Guardia Civil, para que escapen, no es prestarles ayuda? ¿O es que acaso la implicación política del actual ministro de justicia merece esta despreciable maniobra jurídica de la fiscalía?  Será eso, y más.

Luego pretenderán darnos lecciones de democracia y talante. ¡Ja! Ya saben ustedes que la masacre de Noruega ha causado un profundo dolor a Pe Punto (Rubalcaba). En palabras suyas: Le dolió “más” porque eran jóvenes socialistas; es decir a sensu contrario, que si los jóvenes hubieran sido conservadores o asistentes, por ejemplo, de unas jornadas mundiales para la juventud, le hubiera dolido, pero “menos”. El hecho de ser unos chavales jóvenes en la flor de la vida es algo indiferente para Pe Punto; lo que recalca su honradez.

Ahora le toca usted, amigo lector, diferenciar los términos “más” y “menos”. Tómeselo como unos deberes vacacionales al estilo de vacaciones Santillana (y así recordará viejos tiempos).

JIV

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