miércoles, 23 de noviembre de 2011

¿Y AHORA QUÉ? ¿DIMITIR YO?


Sir Winston Churchill decía que tu enemigo no está en el partido contrincante, sino en tu propio partido. ¡Qué razón tenía!

Mariano Rajoy en sus horas bajas estaba con la soga al cuello (¿se acuerdan de la pequeña pugna con Esperanza?)

Ahora le toca el turno a APR. Algunos ya tenían los alfanjes y cuchillos preparados y afilados. Sin embargo, en un ejercicio de irresponsabilidad (marca de la casa), Zapatero no dimite de la Secretaría General después de la hecatombe del 20-N (Seguro que Franco estará disfrutando de lo lindo viendo como el PSOE se hunde en una miseria creada por él mismo, por descontado), tampoco lo hace APR. Y lo que es peor pretende ser el Secretario General después de lo que ha hecho (tanto al frente de un desastroso gobierno como candidato a la presidencia).

Hace diez años del momento en que el entonces secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros fue obligado a dimitir por sus compañeros de la Ejecutiva. El argumento fue los malos resultados en las elecciones autonómicas de 2001: Malos, mediocres resultados, fracaso, fueron los términos con que sus compañeros de partido empujaron al secretario general a la dimisión. Nadie de su partido dio muestras de apoyo.

Ahora, tras el peor resultado conseguido (peor que el de Almunia, que dimitió por ello), aquí no dimite nadie. Y lo mejor de todo es que la culpa es de otros, de la crisis, de los bancos, del PP, pero no de su gestión, no de sus decisiones, no de su gobierno. Esa es la gran lección que nos dejará el PSOE si al final desaparece (cosa que dudo, pues mala hierba nunca muere) o sigue ahí: la (no) asunción de responsabilidades.

Y así les va.

JIV

P.D.- El anterior post estaba preparado para ser publicado el lunes por la tarde. Pero por problemas del gestor de blogger no se ha podido publicar hasta hoy.

1 comentario:

Tòfol dijo...

Pues para mi que lo ha hecho muy bien. Si después de dejar a España en la ruina con 5 millones de parados y endeudada hasta los ojos, a Cataluña y el País Vasco pidiendo la independencia desde las instituciones, de resucitar los bandos de la guerra civil, de negociar con los asesinos de ETA y legalizar a sus representantes políticos, todavía ha conseguido encandilar a 7 millones de españoles que han votado al PSOE, es que este Rubalcaba es un fenómeno.