Dentro de unas semanas, Mariano Rajoy tomará posesión de su cargo. Algunos expertos indican que el proceso podría acortarse si el Gobierno en funciones así lo quisiera. Pero ya sabemos como son estos del gobierno, cuando quieren si que son rápidos (p.ej. la reforma constitucional del déficit que la propuso Rajoy y se le llamó de todo, ¡Qué cosas!), cuando no quieren, son capaces de menear la perdiz en demasía.
Nos esperan tiempos duros. A pesar de muchos, los brotes verdes están muy lejos de verse. Pero que muy lejos. El rescate de Grecia, Irlanda y Portugal, y muy posiblemente Italia y España si no lo remedian los futuros gobiernos de estos países (Estos países son los denominados P.I.I.G.S, como países con debilidades graves en su sistema económico y financiero, que ya hace casi 3 años se avisó del problema y, como siempre, nadie hizo ni pu….ñetero caso), han afectado muy seriamente la estabilidad del euro. Parece que nadie es consciente o ha sido consciente de los riesgos que conlleva la política monetaria única y su único objetivo (mantener la estabilidad de precios al 2%), como ya subrayé en otras entradas previas. Cuando digo nadie es nadie: ni mercados, ni gobiernos centrales ni periféricos, ni Merkel, ni Sarkozy, ni periodistas, ni economistas, ni expertos en finanzas, ni el pueblo llano; Nadie.
Bueno, ya veremos la que nos espera. Recortes los va a haber: menos funcionarios (¿despidos funcionariales?), menores sueldos, reforma laboral urgente (espero que los sindicatos tengan algo de sentido de estado y no toquen mucho las narices), posibles privatizaciones, gestión privada de la sanidad (¿Y por qué no se devuelve las competencias de sanidad y educación al Estado, para generar economías de escala y así reducir costes?).
Espero que el PSOE que se llena la boca de frases hechas como “arrimar el hombro” o “unidad de todos los partidos”, sigan su ejemplo (cosa que dudo) y arrimen el hombro de verdad (no lo que han hecho estos 7 últimos años), en vez de tocar las narices o reabrir heridas (Valle de los Caídos).
Si no, nos va a ir muy, pero que muy mal.
JIV
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