Los tercios. El mejor cuerpo de infantería de la historia, con permiso de las legiones romanas, no sólo ha dejado huella por donde pasa (temidos por todo el mundo conocido), sino que han dejado influencia en el lenguaje actual. En concreto dos expresiones provienen del lenguaje militar de los tercios (siglos XV-XVII).
Irse a la porra: El sargento mayor de cada tercio marcaba el ritmo de marcha de sus hombres moviendo una característica vara, llamada por los soldados porra. Cuando el tercio hacia un alto en el camino, el sargento clavaba la porra en el suelo, y a su alrededor se colocaban las banderas y los demás símbolos del Tercio, alrededor de los cuales se establecía una guardia, que debía vigilar las insignias y a los soldados bajo arresto, que debían quedarse alrededor de la "porra". De ahí, lo de irse a la porra.
Me importa un pito: Uno de los peor pagados en los Tercios era el muchacho que tocaba el pífano, o el pito. De ahí que decimos esta expresión para dar a entender que nos importa muy poco.
Lecciones que nos da la historia.
JIV
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