domingo, 9 de noviembre de 2014

MENTIRAS DEL NACIONALISMO CATALÁN Y EL 9-N

Hace unos días vi el primer programa de la nueva temporada de Salvados en LaSexta. No es que me guste mucho ese canal, salvo algunos debates y otros programas, creo que Jordi Évole es un buen profesional. En el citado programa había una especie de reunión-comida-debate entre Oriol Junqueras (ERC) y una familia de andaluces, con Jordi Évole de moderador.
 
Pues bien, uno de los aspectos que incide es en el origen del supuesto fin de la independencia catalana. Ellos dicen que Cataluña perdió la independencia tras la guerra de Secesión a la Corona de España. En otras palabras, el mito de 1714 y la Diada.
 
Pues bien, el caso del nacionalismo catalán tiene muchas similitudes con Escocia, pero fue desarrollado de forma más tardía. Muchos años después de la Guerra de Sucesión, un periodista catalán llamado Salvador Sanpere escribió a finales del siglo XIX, coincidiendo con el desastre del 98, el libro «Fin de la nación catalana» que sentó las bases para crear el mito moderno sobre el asedio de Barcelona de 1714. No en vano, el libro bebía en su texto de la literatura romántica que los “supuestos exiliados” de 1714 habían dejado escrita y presentaba a Cataluña como una nación agredida en la Guerra de Sucesión.
 
No obstante, algunos hispanistas e historiadores como Henry Kamen señalan que sin ningún criterio, los catalanes se presentaron como defensores unívocos de la libertad contra las fuerzas militares foráneas. Y eso a pesar de que una parte sustancial de la población en Cataluña, cerca de la mitad, apoyaba a Felipe V y que, además, los rebeldes fueran firmes partidarios de la unidad de España, que ellos entendían que representaba el reconocimiento de otro rey (el que hubiera sido Carlos III) y de unas comunidades autónomas que preservaran sus constituciones históricas.
 
A día de hoy, ese mito creado por un grupo de pseudo historiadores a finales del siglo XIX ha sido llevado a los términos que el nacionalismo moderno necesita para justificar su desafío soberanista. ERC distorsiona el pasado de Cataluña, como si el objetivo de 1714 hubiera sido la formación de una república; y CiU, por su parte, defiende que se trataba de un proyecto de república separatista. Un proceso que se basa en la romántica de que los habitantes de Cataluña eran los defensores de unas libertades que Castilla supuestamente aplastó en esa fecha. Algo que es manifiestamente falso.
 
Y así se construye e instruye a la población en una gran mentira, mientras que los distintos gobiernos nacionales no han hecho nada por evitarlo.
 
Así nos va,
 
JIV
 
P.D.-
 
Lo del referéndum del día de hoy me ha demostrado dos cosas. La primera es que a los nacionalistas les importa un pimiento la Constitución y las Leyes (Código Penal incluido), ya no solo roban y malversan dinero público de todos los españoles, sino que encima tienen la desfachatez de confesarlo en público (Artur Mas dixit).
Y la segunda, que el Partido Popular es un atajo de cobardes y mentirosos. El señor Rajoy dijo en un congreso del PP catalán a principios de año lo siguiente (y que quede bien claro): “Mientras yo sea presidente, no se celebrará ningún referéndum ilegal ni nada que se le parezca”. Otra promesa incumplida más (y luego se extrañan que se abstengan un tercio de sus votantes). Si estos del PP son los garantes de la unidad de España (en contraposición al PSOE), pues apañados vamos.

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