domingo, 4 de febrero de 2018

A PROPÓSITO DEL SERVICIO MILITAR

Hace unos días ha salido en las noticias que varios países de nuestro entorno están, supuestamente (y digo esto porque creo que es conveniente analizarlo antes) reimplantando el servicio militar obligatorio.
Los defensores de esta medida arguyen hechos muy interesantes para su estudio. Señalan por ejemplo, el aumento de las amenazas de determinados países, principalmente de Rusia, que obligan a aumentar el gasto militar, y ellos mismos señalan que hay que reimplantar el servicio militar debido a que hay que tener una masa de soldados (aunque no sean profesionales) preparada por si acaso.
Otros señalan razones más espurias. Que si los jóvenes necesitan disciplina, patriotismo o aprendizaje sobre la vida.

Bueno, estimado lector, entiendo que tendrá su opinión al respecto. Yo por mi parte, me declaro contrario al servicio militar obligatorio, por diversas razones,

Primero. Los defensores señalan que hay riesgos estratégicos que requieren la reimplantación del servicio militar. Pues bien, su análisis es cuanto menos, falto de realidad. Me explico.
Estamos en el siglo XXI, siglo de las nuevas tecnologías. Las guerras no se van a librar con tanques, soldados y aviones. Por supuesto, un ejército básico de defensa es necesario, pero éste puede ser profesional. Las guerras futuras se librarán en otros campos, y el primero es el de la informática y las tecnologías de la información.
Por lo tanto, si hay que hablar de lo que necesitamos, en todo caso, expertos en TIC e informática (hackers principalmente): como ya se ha demostrado su efectividad en casos por todos conocidos.

Segundo y siguiendo con la argumentación anterior. Los defensores del servicio militar obligatorio ignoran un hecho que debe ser analizado y estudiado en otros posts. Estas supuestas tensiones son provocadas por los gobernantes y los Estados, que generan miedos y odios entre nosotros; además de intereses de determinadas oligarquías en estas tensiones.
Como sociedad debemos exigir a nuestros gobernantes responsabilidades y ser suficientemente maduros para no dejarnos arrastrar en tensiones absurdas que no conducen más que a nuestra propia destrucción.

Tercero. Algunos argumentan que es necesario tener un conocimiento básico del uso de las armas y del funcionamiento de las fuerzas armadas. Yo he conocido a gente (por familia y amigos) que han hecho el servicio militar y han utilizado armas anticuadas (como fusiles de cerrojo o antiguos fusiles de asalto dignos de museos). Por no hablar de hacer jueguecitos de guerra para que el sargento o el furriel de turno se luzcan o se emocionen.
En cuanto a otros aspectos como preparación física, en fin, creo que hay otros lugares muy interesantes para hacer ejercicio. Pistas verdes, gimnasios, etc…
Y en cuanto al funcionamiento del ejército o su historia, se puede enseñar en los colegios o en los medios a través de reportajes.

Cuarto. Se insiste en argumentar que el servicio militar era de gran valor porque a los jóvenes, se les inculcaba disciplina, amor a la patria y aprendían a vivir por si mismos fuera del ámbito familiar. Pero, estimado lector, convendrá en que todo esto puede enseñarse en otros ámbitos: en casa, colegio, internados, campamentos de verano, intercambios,...: y con mucha más utilidad créeme.
Hay determinados valores que deberían enseñarse en casa y es responsabilidad de los padres o tutores legales de los menores de edad (y no el Estado a través del servicio militar) el que debe enseñarlos. Si uno no quiere enseñar o educar a sus hijos, pues sinceramente, que no los tenga. La sociedad y mucho menos el Estado, no deben ser responsables de su educación como personas.

Quinto. Se argumenta o se señala que es un hecho interesante el tener el servicio militar, porque se crean vínculos con otros jóvenes de otros lugares, vínculos que no se olvidaban nunca por aquello de que hicieron la mili.
Pues hombre, esto se hace en los campamentos de verano o en los programas de intercambio.

Sexto. Los defensores del servicio militar se olvidan de algo que en otras circunstancias hacia que el servicio militar fuera una salida muy buena. España, hasta los años 90 el ámbito rural era muy, pero que muy pobre, no solo por un elevado índice de analfabetización, sino de pobreza y escasez material. De hecho muchos de los pueblos (incluso de alrededores de Madrid) en los años 70 cuando llegaban al cuartel, las camas y la comida eran un lujo: se presumía que era la primera comida caliente.
En otras palabras, el servicio militar era un alivio para muchas familias, pues permitía a los jóvenes salir del ámbito rural (y cuando digo rural es rural, sin agua, luz ni medios para subsistir).

Lo siento, pero no soy defensor (nunca lo he sido) del servicio militar obligatorio, que, por otro lado, no es más que una excusa para mantener ocupados a los cabos y sargentos a la hora de dar caña a los reclutas, y hacer que hacen algo, por así decirlo.
Ahora bien, lo interesante era la llamada prestación social sustitutoria. Que era una fuente de voluntarios para ONGs bestial. Ahora son voluntarios pero como si fuera un propio trabajo.
En esta vida hay que ser coherente. Yo no he hecho la mili, y no me parecería coherente defender su reimplantación. No me gusta obligar a chavales de 17/18 años a hacer algo que yo no estoy dispuesto a realizar.

En todo caso, estoy dispuesto a aceptar un servicio militar forzado para determinados casos. Como son los Ni-Nis, Eso sí: que al menos escojan entre servicio militar o ayuda social.

Por último, la alternativa es utilizar al ejército como una verdadera profesión. Donde la soldada tenga su futuro y los oficiales tengan su prestigio. Un ejército profesional, bien formado y con capacidad para enfrentarse a cualquier amenaza. Ése es el futuro.


JIV

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