miércoles, 2 de mayo de 2018

CRIMINOLOGÍA MEDIÁTICA


A finales de la semana pasada, se produjo un hecho, a mi juicio insólito y digno de ser analizado en futuros tratados de sociología e incluso de política y derecho.

Como el lector podrá sospechar, no se trata de otra cosa sino de la sentencia de "La Manada". Ha habido mucha polémica al respecto. Demasiada decepción.

Lo ocurrido es lo que el juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Eugenio Raúl Zaffaroni define como criminología mediática (que da nombre a este post). En una serie de números y artículos publicados en "Pagina 12" (una publicación argentina que pueden consultar: https://www.pagina12.com.ar/especiales/archivo/zaffaroni_cuestion_criminal/17-24.la_cuestion_criminal.pdf) .

En estos artículos sitúa ese concepto como uno de los fenómenos habituales en los Estados donde la prensa, la opinión pública y el poder político se han dejado seducir por el populismo más ramplón, rancio, simple e incluso peligroso y han convertido los sucesos más truculentos en una fuente de derecho. Es la "Ley de la calle" como también he oído señalar. Los jueces deben dictar las sentencias conforme al sentido de la calle (o sea que "la calle" es fuente de derecho).
Textualmente cito lo siguiente que Zaffaroni nos dice: “Los políticos desconcertados no advierten que la criminología mediática es extorsiva y que frente a una extorsión nunca se debe ceder, porque cada vez el extorsionador exigirá más y las concesiones no harán otra cosa que fortalecer su método (…) Pedirán entonces pena de muerte, expulsión de todos los inmigrantes, demolición de los barrios precarios, desplazamientos de población, castración de los violadores, legalización de la tortura, reducción de la obra pública a la construcción de cárceles, supresión de todas las garantías penales y procesales, destitución de los jueces, etc.”.

Y, aunque en algunos aspectos discrepo, no le falta razón.

Esta digamos extorsión se practica, pues da unos pingües beneficios a sus promotores. Muchas veces, los políticos se amoldan o se achantada ante esta extorsión, pues les da miedo la impopularidad. Como en el caso de Ausbanc y su impuesto revolucionario (https://www.vozpopuli.com/espana/Ana_Patricia_Botin-Ausbanc-Luis_Pineda-Extorsiones-Bancos-Santander-extorsion-bancos-Banco_Santander_0_920008019.html).

O como nuestro propio presidente del gobierno, cuando pese a un momento de incertidumbre económica, con la deuda desbocada y con Bruselas echándole el aliento, decide subir las pensiones por encima del IPC para calmar a la calle.
Así también es lo que se puede deducir de la actitud del Ministro de Justicia (que es el Notario Mayor del Reino) cuando este lunes ha sugerido ante los medios que quizá el juez que emitió el voto particular del caso de 'La Manadano está en plenitud de facultades.

¿Estoy defendiendo a los acusados en este proceso? En absoluto. Es un acto execrable y que merecería el máximo castigo y quizás (aunque eso sea contrario a lo que defiende Zaffaroni). Estoy criticando la labor de algunos medios y de supuestos periodistas que, al buscar el aplauso fácil, hay que recordarles que el derecho a la defensa no puede ser cuestionado cuando convenga a la calle o a los espectadores.

Asimismo, este periodismo de nuevo cuño ha renunciado a respetar la presunción de inocencia. Muy especialmente determinados canales de Atresmedia y Mediaset. De las palabras de la presentadora Cristina Pardo, de la Sexta podemos deducir que el próximo paso sea exigir una reforma legar que permita juicios sumarísimos sin abogado defensor y que el juez sea la propia turba. Citando textualmente a la citada presentadora: “Señor letrado, ¿pensaría lo mismo si fuera su hija?”. La bajeza es preocupante.

Como siempre, y otra vez, la telebasura ha vuelto a ser irresponsable en un caso que debía haber sido más técnica que demagoga. Pero qué estoy diciendo, si siempre ha sido así. Dando altavoz a los ruidosos y minimizando un debate serio, sobre lo complejo que entraña aplicar la norma penal en determinadas situaciones. Así se puede ver en el artículo escrito por María Peral (https://www.elespanol.com/espana/tribunales/20180428/folios/303349665_13.html) referente en información judicial que esta jauría mediática ignora. Emprendiéndola contra el tribunal, porque no ha resuelto conforme al veredicto del pueblo, independientemente de si rebasan o no los límites de la ley.
Señores, bienvenidos a la posverdad.

Declaraciones de políticos arguyendo manías personales o problemas psicológicos es cuanto menos, obsceno. Y es peor como los propios legisladores (que son los que crean o perfeccionan las leyes) la emprenden contra los jueces vulnerando el principio de separación de poderes. Declaraciones del Ministro de Justicia, del PSOE y Podemos en este sentido que se unen a las del líder de la formación naranja, Rivera, el cual dijo que respeta y acata (como no podía ser de otro modo estimado Albert), pero que como padre le cuesta entenderla. ¿Estas son declaraciones de alguien llamado a regenera España? ¿Tomará las decisiones en función del interés general o como padres? Este tacticismo es deleznable, y no es la primera vez.

Este ha sido un caso que a mí me ha indignado el tratamiento. Se puede ser de una ideología u otra. Pero alimentar la agitación sin atender a las consecuencias es algo que nos debería hacer reflexionar. Atresmedia y Mediaset, son de lo peor de lo peor en estos casos. Y ya si nos metemos con la prensa digital que sale gracias a su afán por mantener a la sociedad en estado de ansiedad, dañino, destructor e insostenible a largo plazo.

Lo siento, pero no es de recibo que en la televisión aparezcan personas afirmando, textualmente que "la sentencia de un caso de violación en grupo condena a la pena de muerte a todas las mujeres. Pues evidentemente es falso.
Y tampoco que se busque el aplauso fácil presionando a un abogado, que, por cierto, lo único que hace es hacer su trabajo, que no es otro que el de defender a sus clientes, como no podía ser de otro modo.

Lo siento, pero el borreguismo es algo que no va conmigo. Y mucho menos si ni siquiera se ha leído y analizado completamente el objeto de toda la crítica.

Y así nos va.

JIV

P.D.-

1) El primer caso de violación en grupo se produjo en 1979 y la condena fue ejemplar, a mi juicio, 14 años de prisión. Aquí dejo el enlace del diario La Razón:


2) Esta es otra manada que no ha recibido todo el tratamiento mediático que se merece. Porque claro, la nacionalidad o el origen de los delincuentes sí que importa y claro, no vamos a ser racistas verdad?


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