MADRE TERESA DE CALCUTA

Hace unos días, en el periódico EL MUNDO, un tal profesor Richard Dawkins (presidente de la fundación Charles Darwin, la cual trabaja para hacer de este mundo un mundo mejor, lo digo con ironía, por si alguien no lo ha pillado) afirmaba que la madre Teresa de Calcuta fue “una mujer malvada”. Comprendo que para un ateísta como él (así, y no simplemente ateos, llamaban nuestros clásicos a los predicadores de la irreligión), las figuras como la madre Teresa de Calcuta representen un escollo molesto (cuando no peligroso), pues aunque en términos puramente dialécticos no sean prueba de nada, tienen un gran peso moral para cuantos, conscientemente o no, se atienen al criterio del gran filósofo francés Pascal de que “el corazón tiene sus razones, que la razón no entiende”.

Sin embargo, creo que ni el más amplio concepto de la libertad de expresión debe amparar afirmaciones como la que Dawkins hace, ya que históricamente es una falsedad y éticamente una vulgar canallada. Por cierto, esa mujer malvada ha ayudado a mucha gente pobre de la India, a la que su religión, que los califica como parias les ha negado toda consideración y dignidad (¿Qué dice a eso señor Dawkins?). Mientras que la Madre Teresa de Calcuta no dudo en ayudarles (¿Acaso es eso mala persona?, o ¿Tengo yo un concepto equivocado de persona malvada señor Dawkins?)

Y, por cierto, me considero, al tiempo que persona religiosa, muy respetuoso con quien no tiene fe y no un radical, que ya va siendo hora de que los cristianos nos quitemos ese sambenito (pues parece que somos los únicos) de que seamos unos radicales, intolerantes, machistas, etcétera (no hay más que ver a los musulmanes oiga).

JIV