lunes, 30 de septiembre de 2013

PANORAMA NACIONAL



Siento mucho, estimados lectores, la dejadez del blog, pero motivos personales me han obligado a ello.
 
Sin más preámbulos continuemos diseccionando el desastroso panorama nacional. Lo curioso es que muchos de los problemas por los que atraviesa este país, podrían ser resueltos fácilmente utilizando el sentido común (que como dice el refranero popular, es el menos común de los sentidos).
 
Por ejemplo. Tantos ríos de tinta que está provocando el órdago nacionalista de Arturo Mas, con el famoso referéndum, y un largo etcétera (que ya tuvo su análisis histórico en este humilde blog).
Pues bien, la solución es bien sencilla. Examinemos la posibilidad legal (que es lo que importa) sobre el refrendo. Viene regulado en el articulo 92 de la Constitución, el cual, textualmente señala lo siguiente: “Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos. El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados. Una ley orgánica regulará las condiciones y el procedimiento de las distintas modalidades de referéndum previstas en esta Constitución”.
 
Esta ley orgánica es la Ley Orgánica 2/1980 sobre la regulación del referéndum. En su articulado regula detenidamente el referéndum. ¿Y de quien es la competencia? Pues el artículo 2 lo deja claro y cristalino: “La autorización para la convocatoria de consultas populares por vía de referéndum en cualquiera de sus modalidades, es competencia exclusiva del Estado. La autorización será acordada por el Gobierno, a propuesta de su Presidente, salvo en el caso en que esté reservada por la Constitución al Congreso de los Diputados. Corresponde al Rey convocar a referéndum, mediante Real Decreto acordado en Consejo de Ministros y refrendado por su Presidente”.
 
Más claro agua estimados lectores. Un referéndum no puede ser convocado ni autorizado por un parlamento autonómico. Lo dice la constitución y la citada Ley Orgánica. Todo lo contrario es ilegal e inconstitucional y susceptible de castigo (especialmente cuando el propio referéndum atenta contra la constitución). Hay que recordar que los poderes públicos (y entre ellos la Generalidad y el Parlamento de Cataluña) están sujetos a la Constitución y al ordenamiento jurídico. 
 
No hay discusión posible. La Generalidad tiene que acatar las leyes y el gobierno de Mas, ni el Parlamento Catalán pueden convocar el referéndum. Todo lo demás es pura paja y humo. Y si este señor siguiera empeñado en continuar con su farsa habría que recordarle que el artículo 155 de la constitución señala que Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general”.
 
Insisto, más claro agua. 
 
Podría incluso recordar los datos del referéndum que aprobaron la Carta Magna en las cuatro provincias catalanas, para recalcar hasta qué punto se quisieron vincular los catalanes a España y a la Constitución: 
Ø      Barcelona. 2.317.888 votaron (de 3.424.682, un 68%), de los cuales 2.095.467 dijeron sí.
Ø      Gerona. 243.167 votaron (de 336.282, un 72%), de los cuales 218.316 dijeron sí.
Ø      Lérida. 178.195 votaron (de 267.972, un 66%), de los cuales 162.757 dijeron sí.
Ø      Tarragona. 247.540 votaron (de 369.237, un 67%) de los cuales 225.330 dijeron sí. 
Es decir, un 90% de los catalanes dijeron si y se vincularon a la misma.
 
El Gobierno debería de utilizar sus medios para exigir el cumplimiento de la constitución y legalidad vigentes, utilizando todos los medios que el Estado de Derecho le brinda, en vez de utilizar argumentos cobardes y rehuyendo la cuestión.
 
Pero claro, tenemos un gobierno de cobardes. Y eso que eran éstos mismos los que decían que Zapatero era el que rompía España.
 
Y así nos va.
 
JIV

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bienvenido José Ignacio, ya te echaba yo de menos, que alegría, no lo dejes que lo haces superbien.