Este gobierno, cuya característica fundamental es dar bandazos, ha vuelto a sacar del baúl el impuesto de patrimonio. Lo curioso es que los mismos (Rubalcaba y Zapatero) que lo quitaron hace dos años por razones prácticas (ya que es un impuesto cedido a las Comunidades Autónomas y éstas, casi no lo aplican).
Ahora, como un guiño a los indignados (ya dije yo que Rubalcaba era casi como un pastor de indignados, como un guía contra un enemigo común).
Sin embargo, no es puedo estar a favor de la implantación de este impuesto. Aunque sea verdad eso que dicen que lo van a pagar “sólo” 160.000 contribuyentes. Eso no hay quien se lo crea. Además, creo que el tema de riqueza está mal enfocado en este país. Me explico.
Este es un impuesto que grava el patrimonio de una persona. Es decir, lo que yo tengo. En otras palabras, lo que no he gastado y he ahorrado. Por lo que grava el ahorro. Es decir, paga más impuesto quien más tiene.
Tal circunstancia me parece injusta ya que no deben pagar impuestos los que mas tienen, sino los que más ganan, porque si alguien después de pagar impuestos sobre sus ingresos (el IRPF) se ve abocado a pagar otra vez por haberlos ahorrado, estamos convirtiendo el impuesto en injusto a pesar de la apariencia progresiva. Ya que se está gravando dos veces por un mismo hecho, algo que puede llegar a ser confiscatorio; prohibido en el artículo 31.1 de la Constitución.
Pero parece ser que el PSOE se pasa la constitución por el forro. Al igual que sus socios nacionalistas. Y así nos va. De mal en peor.
JIV
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